Estimado paciente:
EL día de hoy no ha sido bueno. Te
disgustaste porque no estuve para ti, al momento que lo necesitabas. Esto me
contraria y me pone a meditar acerca de algunas situaciones que pasan en la
consulta en forma cotidiana en relación a la agenda, el tiempo que se le dedica
al paciente y los asegunes que se suscitan…
Si bien es cierto quedamos que te
vería fuera de mi horario habitual de trabajo,
ya que tú no puedes acudir debido a tus múltiples ocupaciones, dicha cita no la
confirmaste como quedaste, ni verificaste que yo supiera que si asistirías. Solo
se te ocurrió que yo estaría para ti, fuera del horario habitual y que dentro de
mis ocupaciones, estaría al pendiente de tu asistencia, si es que decidías ir.
¿No se te ocurre que tengo muchas otras cosas en la cabeza como para acordarme
de un paciente que vi una ocasión hace tiempo y ahora me escribe un mail para ver
si lo puedo atender y que también que
tengo una vida fuera del consultorio? esperas que yo me acuerde de su cita, pero tú
no confirmas oportunamente…
Acordándome de tu mail, te espere.
Me quede media hora fuera de mi turno, además de 15 minutos más para darte
oportunidad a llegar y no llegaste,
bueno, si llegaste, pero 25 minutos después de tu cita pactada, que no confirmaste … ¿Cuánto crees que debía esperarte más? Ciertamente a los 10 minutos de retraso llamaste de “que ya ibas para el consultorio”
pero nunca mencionaste si tardabas dos,
cinco o treinta minutos, ¿Qué te hiso tardarte? ¿Era justificado que
te retrasaras? ¿No era urgente que te viera? ¿No era
tal la prioridad de tu salud que deberías de dejar lo que estás haciendo para
acudir a tu cita?... entonces, no
era urgencia que te atendiera, era comodidad de ser visto cuando tenías menos
ocupaciones… es decir: yo sí puedo retrasar mis actividades, pero tú
no puedes suspender las tuyas en pro de tu salud y llegar puntual a la cita.
Ten en cuenta que retrasar el momento
de la consulta, los problemas de salud siguen evolucionando, presentándose después el agravamiento del cuadro y necesidad
de ser visto “con urgencia” (si tus actividades te lo permiten, claro)… y resulta
que el medico es el culpable, por no date espacio en su agenda…
A fin de cuentas, de esto vivo,
No tengo un sueldo, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni seguridad social, por lo
que debo de cuidar a mis clientes y tolerarles muchas informalidades.
Al igual que tu, muchos pacientes
piden cita urgente… sin embargo estarás de acuerdo que las urgencias se atienden en urgencias,
pero como haya sale caro, mejor vas a consultar a la oficina, donde obvio,
quieres ser visto ya, sea válida tu urgencia o no.
El tiempo no lo puedo duplicar, pero
¿Cuánto crees que sea conveniente en
tiempo para que un médico te interrogue, te revise, haga un juicio clínico y razone los que va a
recetarte, te lo explique, haga la receta y la nota del expediente? Las autoridades
dicen que 15 minutos, yo pienso que debería de ser una hora, pero para fin práctico lo cerramos en 30
minutos. Trabajando 8 horas al día debería
de ver 16 pacientes diarios por simple aritmética. Los espacios en agenda se van
llenando, (porque algo hemos de estar haciendo bien o a lo mejor no hay otra opción) y si me pide cada paciente verlo lo más
pronto posible (léase ya) por ser “urgente”, solo me quedan 3 cosas por hacer:
1.- o empalmo pacientes, con la
consecuente disminución de tiempo para dedicarle a cada uno, lo cual nadie está
dispuesto a dar su tiempo por otro paciente… todos quieren sus 30 minutos… y yo
me tengo que chutar la cara de cada paciente al que tengo que recortarle el
tiempo para verte o bien disculparme por el retraso consecuente de verte
intercalado.
2.- o te agendo otro día, lo cual
te incomoda porque tú tienes urgencia en
ser visto
3.- te veo fuera de turno, pero ¿estás
dispuesto a pagar por ser visto a deshoras una tarifa mayor? No verdad. Entonces
¿qué me motiva a verte fuera de turno, por un mismo precio de una cita normal y
además llegas tarde? En Estados Unidos se contempla que se cobre si es fuera de
turno, y seguramente no te atenderá el
mismo médico, además se cobran las consultas por teléfono y el medico tiene
cierto límite de pacientes que puede ver por cartera de clientes al día, para
evitar errores y la fatiga de juicio…
Me reclamas que no te puedo ver
urgente que hay que posponer cita por 2 a tres días, bueno ya te explique
algunas de las razones. Sin embargo también se te ofreció ser visto un día
anterior, cita que cancelaste justo unos minutos antes de la hora, con lo cual
yo me perdí de comer con mi familia, porque la agenda se modificó para ti (Para
ti son importantes tus negocios, para mí, mi familia).
La problemática del horario y las disponibilidad de citas en las que el
paciente es atendido, se agrava con la informalidad de los que llegan tarde a
su cita, lo que no solo trastorna la agenda del consultorio, sino la de cada
paciente que está agendado después del impuntual, y al día normalmente son dos
a tres los que descuadran la fluidez del día, y claro hay que atender a los
impuntuales amablemente. También el ausentismo de los pacientes (que como
comente, de esto vivo e impacta directamente en mi bolsillo y el bienestar de
mi familia) que no tengan la cortesía de avisar que no podrán asistir con
tiempo, para poder dar la cita a otro paciente, claro que no me es nada simpático.
¿Cómo esperas que te vea sonriendo la siguiente vez que vas al consultorio, si
me hiciste perder tiempo y dinero y le quitaste la oportunidad a otra persona
de ser atendido?
Pero el colmo, es que te
desquites con la asistente, ya que en todo caso ella recibe indicaciones mías. Y después de vociferarle, a mí me hablas muy políticamente.
Toma en cuenta que llegaste tarde por tu culpa, por tus circunstancias y falta de previsión del manejo de tiempo. Ok yo
debía de estar allí si ya habías avisado que ya ibas, pero ¿Cuánto crees que debía esperarte? ¿No consideras
irrespetuoso que alguien te dé de su tiempo y llegues tarde? Y respecto a tu
molestia… tu tiempo es tan importante como el mío… técnicamente, me debes los
honorarios de dos consultas pues fueron dos días los que dedique tiempo para ti
y no acudiste, cuando pude dedicar ese tiempo a otra actividad u otro paciente.
¿Te molesta que no te haya visto?
A mí me molesta haber estado esperándote inútilmente y perder 45
minutos de mi vida en nada productivo.
Enójate contigo… que el que llego
tarde a la cita, fuiste tú.
Sé que eres persona culta y podrás, sin
resentimiento, obtener alguna idea de las líneas que te he escrito. Y si tienes a bien, platicamos de otros temas
respecto a la relación médico paciente. Hay muchos asegunes y claro esta
podemos dialogar y sacar algo de provecho de esta mala experiencia.
PD mi política es que si yo llego
tarde o me retraso, siempre me disculpo y hago descuento de consulta o se da la
consulta de cortesía según la severidad de la tardanza.