domingo, 25 de marzo de 2012

Abuelita rock …



En este mundo, en que no cae resbala...

Durante las rotaciones extramuros en los centros de salud, no era infrecuente toparse con pacientes muy pintorescos, como esta senora que vieramos en la rotación extramuros, en aquel  frio febrero del 98... 
Entonces doctor, primero me pongo un pazon de coca o unas tachas… y ya que estoy arriba, me inyecto diazepam… nomas un chiris - explicaba detalladamente la veterana y bien vestida mujer, señalando como se inyectaba y mostraba las huellas en su brazo izquierdo, bien disimuladas bajo la manga de su blusa -  porque con los primeros me pongo en onda y luego, pos con el diazepam me quito lo agitada… y lo disfruto mas… así nadie se da cuenta que ando en onda… y no me pongo bien locota... si ya me paso….
Al entrar, nos inspiro ternura  – “una dolencia articular y una opresión en el corazón”… eran su motivo de consulta.  Afuera hacia tanto frio que calaba, vestía un hermoso abrigo de pieles, plateado como su pelo. Había permanecido en la sala de  espera, de pie, negándose a aceptar el  asiento que la asistente y luego la única  paciente que acudió ese dia, le ofreció…
- No, gracias, así estoy bien… se limitaba a decir, y en su tono de hablar, gentil pero cortante, marcaba la distancia entre ella y los simples mortales.
 Al entrar se quito histrionicamente  el abrigo, quedándose solo en un suéter de lana blanco y una falda de cachemir color camello, se veía bien cuidada, de buen gusto para vestir y que no pasaba hambres, traía algunas joyas,  pero no todas “porque una ya no puede andar con todas las alhajas, hay cada mariguano en la calle”… olía a White diamons, el perfume de Elizabeth Taylor, y su cabellera estaba perfectamente acomodada , definitivamente no pertenecia a esa colonia proletaria
Como ya no había nadie más en la sala de espera y había tiempo, nos conto de que estuvo estudiando en Chicago y Nueva York, que estuvo en Woodstock y anduvo de grupeé  de algún grupo,  que ni valía la pena recordar el nombre, que había sido bien marihuana y “le había dado rienda suelta a la hilacha” , que había probado de todo y que comoquiera había graduado  cum laude de filosofía universal y que la habían repatriado por asuntos con la ley, por unos amigos que tenia, que después nos contaba… pero que por eso tenía dinero, porque aun le mandaban algo de vez en cuando del otro lado… “gente muy inflúyete, pero no puedo decir nombres”...
Que estuvo Tlatelolco en el 68, que había sido maestra en la UNAM y que conocía a “toda la bola de huevones que ahora están en el gobierno”  -argumentaba: “puros burros, conseguían les arreglaran el Kardex por motivos políticos”… momentáneamente pareció quebrarse y continuo:
 “Si mataron muy buenos muchachos… lo mejor de México se quedo regado en la plaza y se hizo humo en el campo uno” decía con nostalgia y prosiguio… que a ella le gustaba andar en la punta del grito y que se había salvado porque  le dieron el pitazo… “y pues mejor me pele, si no, no le estaría contando esto”
También nos conto que se caso dos veces, que el primero lo dejo “por arrastrado” y el segundo no aguantaba  sus vicios “pero nomas me enmarihuanaba cuando estaba sola” “nunca delante de mis hijas;  es más, las tres que tengo son profesionistas, bien bonitas y tienen unas familias preciosas y me ven todos los días, así que no soy tan mala, eso si, no les gusta que salga sola, menos a comprar mis cosas… pero tampoco me las quieren traer”…
 Para ese momento ya habíamos 6 o 7 estudiantes atentos a su narración … después de interrogrla y explorarla entreverado de sus  anécdotas,  concluimos que presentaba una incipiente insuficiencia cardiaca y osteoartritis… le explicamos y formulamos  su receta… ella se veía feliz y prometía regresar para contarnos más… casi a punto de salir, giro sobre sus talones y le dijo al que hizo la receta:

-“como vez hijito, si me haces de una vez una recetita por unas dos o tres ampolletitas de diazepam… así no me arriesgo en la calle…”


domingo, 18 de marzo de 2012

SENTENCIA POSTERGADA


Solo no le diga a papa que le quedan pocos meses de vida,  doc - solicito el muchacho al médico cuando este le informo que tenía cáncer y que el anciano moriría pronto…

Meses no, hijo… si acaso semanas – le sentencio el médico – pero ok, dale una buena vida a tu viejo estos días que le quedan…

El muchacho contuvo las lágrimas, dio las gracias con una dignidad marcial y se dirigió a la sala de internamiento donde lo aguardaba el paciente y el resto de la familia.

Que te dijo el Dr. hijito – pregunto la mama, temerosa de que las palabras que emanaran de la boca de su vástago, seguro serian de dolor…

Nada mama... solo que el viejo trae un pedo atorado y que es cuestión de que se tome sus pastillas… y que vallamos al rancho y de paso le hagamos una manda a San Juan… contesto asertivamente el joven, con el aplomo de de aquellos  que se atreven a mentir certero de que su mentira era piadosa...

Bendito sea Dios!! - exclamo la mujer mientras abrazaba al anciano  que también sonreía…  - gracias a la virgencita y al doitor se nos hizo el milagro...

Entonces ¿ya nos vamos? - pregunto el anciano - porque los animalitos se quedaron solos en el rancho...

Cuenta un familiar del anciano, que este nunca se entero que tenía cáncer y creía que el problema realmente era “un pedo atorado”… y que su hijo se paso velándole el sueño y dándole tiempo de calidad y cantidad… el día que falleció el hombre, lo hiso en su casa, apaciblemente,  rodeado de sus seres queridos, a los que les sobrevivio dos años  mas  después  de el alta del hospital...

No cabe duda que solo Dios sabe hasta que día debe de vivir una persona y cuan catastróficas serian las malas noticias en su  salud  y cuan importante es el núcleo familiar…

domingo, 11 de marzo de 2012

Una Flor Marchita



Con frecuencia somos ajenos a la tragicomedia de la vida de los que no pertenecen a nuestro pequeño mundo…

Llovía como suele llover en Monterrey: a cantaros y sin previo aviso; como nunca la sala de consulta externa de urgencias, que se encontraba en el lúgubre pasillo atrás de la sala de urgencias,  tendría dos a tres pacientes, solamente esperando resultados, reinaba el aburrimiento entre los internos y residentes…
Es la paz que precede a la tormenta, siempre llegan después del aguacero - observo alguno de los presentes… el calor y la humedad causaban un bochorno sofocante…
Pasada la media noche, de la nada, hizo su aparición una diminuta figura femenina, pelo largo y busto generoso, vestida al estilo “potranquita”: botas, jeans  con todos sus aditamentos y colguijes; estaba mojada hasta calar los huesos… cargaba un bolso que se veía enorme comparado con ella, y en la forma en que lo sujetaba bajo el brazo  como si no lo quisiera soltar,  denotaba la importancia de su contenido … tenía la cara triste, no concordaba con la atractiva figura de la “vaquerita de rodeo” que intentaba dar con su  desleída vestimenta…
-Me duele la garganta, casi no puedo hablar y me duele el pecho… comento mientras se llevaba la mano al cuello
- Pásele… se acercaron dos a médicos, percibieron que aunque bien vestida, su ropa estaba remendada y olía a mescla de perfume barato y  humo de tabaco… perdieron el interés, la revisaron como si cualquier cosa y le dijeron: - si, tome x cosa y se pondrá bien… ya puede irse
Ella titubeo, los presentes volvieron a su ensimismamiento, ignorándola, esperando a que se perdiera en el pasillo…
Alguien atino a preguntarle - ¿algo mas madre?
Ella la miro con esa cara de dice todo sin decir nada y balbuceo: Necesito hablar con alguien...
La doctora se levanto y la acompaño a el pasillo… ¿quieres una coca?... se sentaron en las desvencijas sillas y ella comenzó a contar…
Yo no soy así…  mi esposo se suicidio por las deudas cuando se cayó el peso, tenia su taller… mis papas no me quieren en su casa porque los niños hacen ruido y no podía aportar mucho… cuando nació mi tercer niño, estaba embarazada cuando mi esposo se fue, una señora me ofreció trabajo de secretaria en   Reynosa, pero era un engaño y me quito a los niños y me rentaba a los gringos aunque estuviera recién parida y si me negaba me amenazaba con desaparecer al bebe, pero me escape … ahorita trabajo en un centro de baile, la canción a 10 pesos... o 20 a veces… y de dia afano en de intendente en x tienda… pero no completo…
El residente encargado llamo a la doctora y le indico- Ya m´hija, deja a la vieja, que se vaya, es corriente, te va a pegar los piojos … ponte a hacer algo de provecho… la lluvia arreciaba y  la sala seguía sin un solo desafortunado paciente, solo se oía la risa de los internos de  departían, ajenos a lo que les rodeaba
Si se tiene que ir doctora, ok… ya no le quito su tiempo…
No, no tengo pendientes… me estaba contando… contesto la doctora y se sentó de nuevo a su lado
Le conto del sacerdote que le ayudo un tiempo dándole trabajo, pero las intrigas de  obligaron a dejar esa ocupación por no perjudicar al hombre santo –el único que no le pidió nada a cambio- de cómo soportaba a borrachos y drogados, como se cuidaba de las otras muchachas del trabajo y de los padrotes que querían explotarla y meterla a las drogas – todas se drogan doctora., pero yo no, porque aquí donde me ve,  yo soy decente y tengo que darle un ejemplo a mis hijos,  yo no me prostituyo ni me meto con nadie, ni novio tengo…
Le hablo de sus niños y de como los queria pero que no los queria ver sufrir hambres ni frios - de su rostro escurrían gotas de agua, tal vez del pelo mojado - pero hay días como hoy, que ya no soportaba tanta carga… la soledad es mala consejera doc.…
Una ambulancia llego con sirena abierta  a la entrada, señal de que habría que hacer algo…
Ahora si ya voy doctora… se va a ocupar, mis hijos están solos y ya es muy tarde, ya van a ser las 4… hay le dejo esto, ya no lo voy a usar- saco una bolsa de cartón, arrugada y la dejo en la silla… mil gracias, de nuevo… dirigiéndose a la salida, donde un relámpago ilumino el dintel y dibujo a la diminuta figura y al siguiente instante, desapareció tal cual como había llegado…
Pasaron las horas y llego el cambio del cambio de guardia,  la rutina de la mañana, todo seria igual, solo que la señorita de limpieza del área de urgencias, trajo a la recepción la bolsa que dejo la mujer… contenía una caja de diazepam y un bote de veneno para ratas…



Anecdota  cortesia de ACCC

domingo, 4 de marzo de 2012

Tres veces al dia,


Tres veces al día
Cuando trabajaba en el IMSS en el sur el estado, aprendí más de la realidad el país  en cada consulta, que en cualquier otra clase académica…

Era uno de esos días calurosos donde tienes 5 minutos por paciente y tienes 20 almas esperando y te toca el clásico don viejito que viene solo… 

Después de ver su expediente, y ver que venia a resurtir receta para medicamentos de la diabetes… dadas las debidas indicaciones el anciano pregunto:

 -¿Y si no como, doitor? – pregunto el imberbe anciano,  macizo y correoso como los mezquites, que se suelen ver por aquellas regiones del sur de nuevo león, vestido con ropa desleída a leguas de mucho tiempo de uso. Su cara muy surcada y envejecida, ojos  azules y porte de hombre bragado,  inspiraban el respeto propio de su investidura… pero su avanzada osteoartritis le impedía el libre movimiento… - ¿Como quiera me las tengo que tomar?

- Haber, ¿Qué le dije? ... -Le conteste exasperado…Una pastilla de las amarillas antes de cada comida, ¿verdad? ¿Me entendió? se toma su pastilla… y  luego, tiene que comer… - le ordene categóricamente… - ¿me entendió?

- El que no entiende es usted, doitor -contesto amablemente el anciano, pero me exalto…

- ¿Cómo que no entiendo?... me dije a mi  mismo: ahora resulta...


- No se ofenda doitor, no es mi intención… me contesto el hombre, apenado - Es que a veces, me duelen tanto los huesos y ando tan mal del azúcar, que no tengo fuerza de salir a pizcar nopales o matar ratitas de campo y a veces aunque salga, no mato ni una… y “semos” mi  mujer y yo,  estamos solos, vivimos arriba en la sierra…