Cuéntale, cabron, ándale…! Cuéntale al doctor de la piruja con la que andabas! Hasta que lograste lo que querías! ya me contagiaste una cochinada! - le gritaba la oronda mujer, a su esposo, al darle el diagnostico que lo que traía era un condiloma.
La mujer seguía literalmente
bufando y llorando, cual Magdalena transformada en basilisco, y
lucia tan peligrosa como un “balístico” ya que miraba al hombre con una
rabia y rencor que pocas veces he visto…
-Tenemos que revisarlo… Le informe, mientras me calaba los guantes – por favor descúbrase…
- Pero doctor, eso fue hace mucho
tiempo y yo no tengo ninguna lesión, es más,
tenemos relaciones esporádicamente…cada dos a tres meses - Titubeante, replico el hombre, mientras
comenzaba a desabrochar el pantalón, al
tiempo que la señora vociferaba:
- Ahora la de la culpa soy yo, que tienes que ventilar nuestras intimidades al doctor!!! No te basta hacerme pasar esta vergüenza!!! …
- Ahora la de la culpa soy yo, que tienes que ventilar nuestras intimidades al doctor!!! No te basta hacerme pasar esta vergüenza!!! …
Efectivamente, el hombre no tenía
lesión alguna, su higiene era mas allá
de lo promedio, la prueba de
acetoblanquado resulto negativa… ¿entonces?
… se dio la explicación clásica que si el
estado de portador, que los hombres puede pasar inadvertido…
Se indico tratamiento a la
paciente, se canalizo para el Papanicolaou por obvias razones y se cito a
revisión, no sin antes escuchar otra perorata
de la señora, que al final, digna, sentencio:
- A ver si me vuelve a tocar ese desgraciado... que diría mi familia si se entera que tengo una enfermedad venérea…
El hombre solo agacho la mirada, dio las gracias y le abrió la puerta a la ofendida mujer…
- A ver si me vuelve a tocar ese desgraciado... que diría mi familia si se entera que tengo una enfermedad venérea…
El hombre solo agacho la mirada, dio las gracias y le abrió la puerta a la ofendida mujer…
A los 15 días, en la cita de
revisión, la paciente pregunto:
- ¿Pueden aparecer estas lesiones también en boca y “atrás”?
Extrañado, le respondi:
- Si, pero, mm se tiene que tener el contacto sexual por esa vía y usted me dijo que nunca… así que, no se preocupe…
- ¿Pueden aparecer estas lesiones también en boca y “atrás”?
Extrañado, le respondi:
- Si, pero, mm se tiene que tener el contacto sexual por esa vía y usted me dijo que nunca… así que, no se preocupe…
La señora dio las gracias y se
marcho… al salir le pidió a la secretaria le consiguiera un doctor “de los
que checan “atrás”, porque tenía una comadre con “hemorroides
internas”...
Tres días después acudió
acompañada con un fornido joven de
apariencia humilde, a lo sumo 20 años, vestía sin pretensiones, pero calzaba tenis
puma y traía un ipod de última
generación, además rezumaba a la loción de diseñador, no acorde al porte del
joven…
Necesito que cheque a mi sobrino,
doctor, pero necesito contar con su discreción… sentencio la mujer,
mientras depositaba un centenario en el escritorio… ya sabe, el silencio vale oro…