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sábado, 15 de julio de 2023

EL SEÑOR DE LAS ARAÑAS

- Es que este señor insiste en que trae arañas en la cara - adelanto a comentar el joven acerca de del anciano que se había sentado delante de mi… -
ya lo hemos llevado con muchos doctores y hecho muchos tratamientos y nomás no deja de quejarse…

El anciano, típico señor de pueblo, robusto cual roble, vestía un veterano sombrero de paja ya muy tostado por el sol y camisa de faena, viejita, pero eso sí, muy bien planchada, se encogió de hombros y exclamó:
- Pos’ hijo, yo siento las arañas que me caminan mi la cara, que quieres que diga…
-No me diga que también las ha matado – comente lisonjero
- Algunas, pero son muchas y hay temporadas… rojas y cafecitas… patonas, pero chiquitas, así… respondio, haciendo la seña con el índice y el pulgar de que eran muy chiquitas – le hubiera traído las que he juntado en un frasquito en la casa…
El diagnostico estaba hecho… delusion de parásitos, trastorno frecuente de adultos mayores donde el paciente, cree tener bichos en la piel y junta detritos los cuales colecciona… ufano, le pedí por mero trámite, que se pasara a la silla de exploración, no sin antes percibir que se pasaba la mano por la cara un par de veces… Le pedí se quitara el sombrero, el cual deposito en la mesa de instrumentos…Revisé su piel: típica piel de hombre campesino, curtida por las jornadas bajo el sol, mostraba los cambios propios de su actividad profesional, calvicie androgénica, lentigos… por lo demás, todo normal… estaba firmado: delusion de parásitos, síndrome de Ekbom… Pedí al paciente pasara a la silla contigua al escritorio, presto a hacer la lucidora receta… En eso, el anciano se giró y me pidio le alcanzara el sombrero, gire en mis talones, tome el sobrero por una de sus alas y este crujió, se lo entregue y el hombre se lo calo… cual sería mi sorpresa sentir algo que subía por debajo de la manga de mi camisa..., presione bajo la tela y desabotone la manga, un par de pequeñas partículas cayeron sobre el escritorio y salieron corriendo, evidenciadas por lo blanco de la superficie…
Sude frio… ¿sería acaso que el paciente no deliraba?

Al acto, el paciente pasaba por enésima vez la mano sobre su cara… le pedí me prestara el sombrero y observe en el interior de la copa… telarañas, y en fondo, varios diminutos capullos de seda, algunos viejos y algunos nuevos… removí la cintilla de fieltro que acomoda con la frente y alrededor de 20 pequeñas arañitas rojas, de no más de 3 mm salieron corriendo…


La receta: sombrero nuevo… y un zape para el doctor.

Y SIN DUDA, PARA DARLE CAÑA A LA ARAÑA… OKKO…

viernes, 14 de octubre de 2016

El Sr Tama

Cuando el prejuicio te alcanza


Llega paciente  mal encarado al consultorio, de ascendencia asiática,  notorio por su fisionomía y su nombre (lo llamaremos Sr Tamagochi) y claro, esperas que no hable español… 
Antes de pasar al paciente, mi asistente me pone en antecedentes: que la cita la hiso la asistente del sr, la cual pregunto qué donde estudie, que idiomas hablaba y si era puntual…
Le saludo, me presento y le pido tome asiento… Esperando no me entendiera y preparado para cambiar el chip a ingles le pregunto: ¿en qué puedo servirle?  
Aun con gesto adusto, con los brazos cerrados  sobre su pecho y sentado en el borde de la silla ligeramente inclinado  al frente, el sr Tamagochi dice enfáticamente en  castellano
  “Permitame decirle: valoro mucho la puntualidad  y habra de saber, que las mujeres en mi casa y en mi negocio, me hablan de usted”
Se hizo el silencio y me dije a mi mismo: santa peluca de las piojas paridas…
La ardilla en mi cabeza empezó a correr como Core de APPLE  conectado a Infinitum… me vino a la cabeza calificativos como “paciente machista” “me está pidiendo lo  trate con respeto” “ se ve mafioso, mínimo samurái o entrenador de pokemon grado master…  sin duda ha de ser ya-ku-za”… 
Atiné a decirle: 
"Sr Tamagochi, aquí la regla del consultorio es tratar con respeto a los clientes… yo también  le hablare de usted…"
Se volvió a hacer el silencio incomodo… bruscamente, el paciente se pone de pie y se pone  carcajearse cual niño con payaso… 
Me quedo sorprendido. ¿Qué pasa?
Se vuele a sentar el tipo, esta vez en posición relajada y me dice, aun con la voz entrecortada por la risa: “corrijo doc: las mujeres de mi casa y de mi negocio me hablan de que debía venir con usted a checarme… hablan bien  de tu trabajo… no es necesaria tanta solemnidad, puedes  tutearme… me conocen como  el Tama y vengo a ponerme  Botox…"

Ok, cada quien escucha lo que quiere y entiende lo que puede… esperemos cumplir sus expectativas…

El miedo no anda en burro...

Cuando el prejuicio te alcanza


Llega paciente  mal encarado al consultorio, de ascendencia asiática,  notorio por su fisionomía y su nombre (lo llamaremos Sr Tamagochi) y claro, esperas que no hable español… antes de pasar al paciente, mi asistente me pone en antecedentes que la cita la hiso la asistente del sr, la cual pregunto qué donde estudie, idiomas hablaba y si era puntual…

Le saludo, me presento y le pido tome asiento… Esperando no me entendiera y preparado para cambiar el chip a ingles le pregunto: ¿en qué puedo servirle?  
Aun con gesto adusto, con los brazos cerrados  sobre su pecho y sentado en el borde de la silla ligeramente inclinado  al frente, el sr Tamagochi dice enfáticamente en  castellano
  “Permitame decirle: valoro mucho la puntualidad  y habra de saber, que las mujeres en mi casa y en mi negocio me hablan de usted”
Se hizo el silencio y me dije a mi mismo: santa peluca de las piojas paridas…
La ardilla en mi cabeza empezó a correr como Core de APPLE  conectado a Infinitum… me vino a la cabeza calificativos como “paciente machista” “me está pidiendo lo  trate con respeto” “ se ve mafioso, mínimo samurái o entrenador de pokemon grado master…  sin duda ha de ser ya-ku-za”… 
Atiné a decirle: Sr Tamagochi, aquí la regla del consultorio es tratar con respeto a los clientes… yo también  le hablare de usted…
Se volvió a hacer el silencio incomodo… bruscamente, el paciente se pone de pie y se pone  carcajearse cual niño con payaso… 
Me quedo sorprendido. ¿Qué pasa?
Se vuele a sentar el tipo, esta vez en posicion relajada y me dice, aun con la voz entrecortada por la risa: “corrijo doc: las mujeres de mi casa y de mi negocio me hablan de que debía venir con usted a checarme… hablan bien  de tu trabajo… no es necesaria tanta solemnidad, puedes  tutearme… me conocen como  el Tama y vengo a ponerme  Botox…"

Ok, cada quien escucha lo que quiere… esperemos cumplir sus expectativas…

domingo, 5 de julio de 2015

Cuando el melanoma llama a la puerta

Los dias del dermatologo muchas veces fluyen  sin revoluciones, hasta que te se presenta ese caso que te recuerda que no todo es botox y acne...


Entonces… ¿Me voy a morir? ¿Está muy avanzado?

Aquel joven de 24 años acudía por su resultado de la biopsia  que le hicimos de una “mancha que sangraba”   localizada en la cabeza, que el asociaba a una herida  resultado de una golpe que años atrás,  le habían dado en una riña…
Ya había ido con varios doctores, de esas clínicas donde cobran a 30 pesos la consulta y le habían dicho que era banal, que se aplicara equis cantidad de inyecciones y cremas, todas sin sentido y costosas, sobre todo para un joven inmigrante, peleado con la vida y a cargo de una esposa de 17 años y un bebe de 9 meses.
Alto, rubio y fornido, originario de un país lejano que dejo para buscar su suerte; trabajador y emprendedor, trabaja de parrillero en un restaurant y de noche en un bar, además vende los domingos en un tianguis  “tortas de chorizo preparadas  con una receta secreta que me va a hacer millonario",  y argumenta "bien hechas doc, va a ver le voy a traer”.
 Por las vicisitudes de la vida no tiene apoyo de su familia, con quien no habla desde hace años, además está sin seguridad social y a disgusto con el mundo  – “no lo dejan progresar”- solo tiene ojos para su bebe y su esposa, de los cuales no deja de hablar cuando no está hablando de que “ya va a poner su negocio” o de las trabas que le ponen por ser inmigrante…
Quiere estar bien para sacar adelante a su familia, “no tiene tiempo para necedades” argumenta, pero  le preocupan “unas bolas” que le aparecieron en el cuello hace unas semanas, que le han dicho que son por las infecciones de garganta,  pero leyó en Internet que no siempre es así… además ha perdido peso y le dan dolores de cabeza, por lo que saco sus ahorros y vendió algunas cosas para poder atenderse con un “médico que si me resuelva, porque necesito estar bien para el junior y mi señora”
Me siento comprometido y el peso de una loza de concreto cae en mis hombros…Atine a decirle: “vamos a hacer lo mejor posible y hay que hacerle los estudios y esperar los resultados”  me sentí en ese momento hipócrita ya que podemos predecir el diagnostico final y el desenlace de dicha lesión…

No nos equivocamos: melanoma.  

Mal pronostico, sin dinero, lejos de casa y con la responsabilidad de una familia que recientemente inicia...

 ¿Que le dices a un joven bajo estas circunstancias? ...  


Si te agrado la anecdota, por favor compartela

miércoles, 5 de marzo de 2014

Carta de un médico a un paciente enojado


Estimado paciente:
EL día de hoy no ha sido bueno. Te disgustaste porque no estuve para ti, al momento que lo necesitabas. Esto me contraria y me pone a meditar acerca de algunas situaciones que pasan en la consulta en forma cotidiana en relación a la agenda, el tiempo que se le dedica al paciente y los asegunes que se suscitan…
Si bien es cierto quedamos que te vería  fuera de mi horario habitual de trabajo, ya que tú no puedes acudir debido a tus múltiples ocupaciones, dicha cita no la confirmaste como quedaste, ni verificaste que yo supiera que si asistirías. Solo se te ocurrió que yo estaría para ti, fuera del horario habitual y que dentro de mis ocupaciones, estaría al pendiente de tu asistencia, si es que decidías ir. ¿No se te ocurre que tengo muchas otras cosas en la cabeza como para acordarme de un paciente que vi una ocasión hace tiempo y ahora me escribe un mail para ver si lo puedo atender y que  también que tengo una  vida fuera del consultorio? esperas que yo me acuerde de su cita, pero tú no confirmas oportunamente…  

Acordándome de tu mail, te espere. Me quede media hora fuera de mi turno, además de 15 minutos más para darte oportunidad a  llegar y no llegaste, bueno, si llegaste, pero 25 minutos después de tu cita pactada, que no confirmaste¿Cuánto crees que debía esperarte más?  Ciertamente a los 10 minutos de  retraso llamaste de “que ya ibas para el consultorio”  pero nunca mencionaste si tardabas dos, cinco o treinta minutos, ¿Qué te hiso tardarte? ¿Era justificado que te retrasaras? ¿No era urgente que te viera?  ¿No era tal la prioridad de tu salud que deberías de dejar lo que estás haciendo para acudir a tu cita?... entonces,  no era urgencia que te atendiera, era comodidad de ser visto cuando tenías menos ocupaciones… es decir: yo sí puedo retrasar mis actividades, pero tú no puedes suspender las tuyas en pro de tu salud y llegar puntual a la cita.
Ten en cuenta que retrasar el momento de la consulta, los problemas de salud siguen evolucionando, presentándose  después el agravamiento del cuadro y necesidad de ser visto “con urgencia” (si tus actividades te lo permiten, claro)… y resulta que el medico es el culpable, por no date espacio en su agenda…
A fin de cuentas, de esto vivo, No tengo un sueldo, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni seguridad social, por lo que debo de cuidar a mis clientes y tolerarles muchas informalidades.
Al igual que tu, muchos pacientes piden cita urgente… sin embargo estarás de acuerdo  que las urgencias se atienden en urgencias, pero como haya sale caro, mejor vas a consultar a la oficina, donde obvio, quieres ser visto ya, sea válida tu urgencia o no.
El tiempo no lo puedo duplicar, pero ¿Cuánto crees que sea conveniente en tiempo para que un médico te interrogue, te revise,  haga un juicio clínico y razone los que va a recetarte, te lo explique, haga la receta y la nota del expediente? Las autoridades dicen que 15 minutos, yo pienso que debería de ser una hora,   pero para fin práctico lo cerramos en 30 minutos.  Trabajando 8 horas al día debería de ver 16 pacientes diarios por simple aritmética. Los espacios en agenda se van llenando, (porque algo hemos de estar haciendo bien o a lo mejor no hay otra opción)  y si me pide cada paciente verlo lo más pronto posible (léase ya)  por ser  “urgente”, solo me quedan 3 cosas por hacer:
1.- o empalmo pacientes, con la consecuente disminución de tiempo para dedicarle a cada uno, lo cual nadie está dispuesto a dar su tiempo por otro paciente… todos quieren sus 30 minutos… y yo me tengo que chutar la cara de cada paciente al que tengo que recortarle el tiempo para verte o bien disculparme por el retraso consecuente de verte intercalado.
2.- o te agendo otro día, lo cual te incomoda porque tú tienes urgencia en ser visto
3.- te veo fuera de turno, pero ¿estás dispuesto a pagar por ser visto a deshoras una tarifa mayor? No verdad. Entonces ¿qué me motiva a verte fuera de turno, por un mismo precio de una cita normal y además llegas tarde? En Estados Unidos se contempla que se cobre si es fuera de turno,  y seguramente no te atenderá el mismo médico, además se cobran las consultas por teléfono y el medico tiene cierto límite de pacientes que puede ver por cartera de clientes al día, para evitar errores y la fatiga de juicio…
Me reclamas que no te puedo ver urgente que hay que posponer cita por 2 a tres días, bueno ya te explique algunas de las razones. Sin embargo también se te ofreció ser visto un día anterior, cita que cancelaste justo unos minutos antes de la hora, con lo cual yo me perdí de comer con mi familia, porque la agenda se modificó para ti (Para ti son importantes tus negocios, para mí, mi familia).
La problemática del horario  y las disponibilidad de citas en las que el paciente es atendido, se agrava con la informalidad de los que llegan tarde a su cita, lo que no solo trastorna la agenda del consultorio, sino la de cada paciente que está agendado después del impuntual, y al día normalmente son dos a tres los que descuadran la fluidez del día, y claro hay que atender a los impuntuales amablemente. También el ausentismo de los pacientes (que como comente, de esto vivo e impacta directamente en mi bolsillo y el bienestar de mi familia) que no tengan la cortesía de avisar que no podrán asistir con tiempo, para poder dar la cita a otro paciente, claro que no me es nada simpático. ¿Cómo esperas que te vea sonriendo la siguiente vez que vas al consultorio, si me hiciste perder tiempo y dinero y le quitaste la oportunidad a otra persona de ser atendido?
Pero el colmo, es que te desquites con la asistente, ya que en todo caso ella recibe indicaciones mías.  Y después de vociferarle, a mí me hablas muy políticamente. Toma en cuenta que llegaste tarde por tu culpa, por tus circunstancias  y falta de previsión del manejo de tiempo. Ok yo debía de estar allí si ya habías avisado que ya ibas, pero  ¿Cuánto crees que debía esperarte? ¿No consideras irrespetuoso que alguien te dé de su tiempo y llegues tarde? Y respecto a tu molestia… tu tiempo es tan importante como el mío… técnicamente, me debes los honorarios de dos consultas pues fueron dos días los que dedique tiempo para ti y no acudiste, cuando pude dedicar ese tiempo a otra actividad u otro paciente.
¿Te molesta que no te haya visto?
A mí me molesta haber estado esperándote inútilmente y perder 45 minutos de mi vida en nada productivo.
Enójate contigo… que el que llego tarde a la cita, fuiste tú.
Sé que  eres persona culta y podrás, sin resentimiento, obtener alguna idea de las líneas que te he escrito.  Y si tienes a bien, platicamos de otros temas respecto a la relación médico paciente. Hay muchos asegunes y claro esta podemos dialogar y sacar algo de provecho de esta mala experiencia.

PD mi política es que si yo llego tarde o me retraso, siempre me disculpo y hago descuento de consulta o se da la consulta de cortesía según la severidad de la tardanza. 

sábado, 6 de julio de 2013

Muchos problemas, pocos resultados...


Y resulta que el malo es el medico


Hace días una señora en sus 40,  fenotipo promedio,  uñas de acrílico,  muy bien arregla y peinado de salón,  acudió a consulta acompañando a una delgada y pálida  adolescente por problema de acné… 
- Además  doctor,  aprovechar para ver que le recomienda para el pelo porque se le cae mucho desde hace  varios meses, que cremas debe usar para la piel áspera y que indicaciones  o cremas le manda porque le  huelen los pies… 
Normalmente se conceden 30 minutos de consulta para hacer un interrogatorio, checar al paciente, razonar el diagnóstico meditar la receta y explicar las indicaciones,  pero al dividir entre tantos problemas la consulta la calidad mengua porque hay que hacer todos el proceso de cada problema   en el mismo tiempo. 
Para acabar la consulta, al momento de estar explicando la receta, la mujer  se acordó que la adolescente tenía un lunar en la planta del pie y quería que se lo revisara… 
- Y de una vez  dígame, abusando de su bondad,  que cosméticos y cremas uso, porque ya estoy entrando  a  la menopausia y no tengo  tiempo de volver después…  
Esto extendió la consulta 30 minutos  (costea mas responder la "preguntita" que hacerle entender que debe de agendar y que no es nomas decir marcas...),  porque había que explicarle  como usarlos y si no los encontraba cual era otra opción… porque obvio no se conformaría solo con la indicación… y es difícil en muchas ocasiones dar el cortón  en  el consultorio, simplemente hay gente que no se deja...
Se extendieron las correspondientes  recetas, indicaciones y solicitudes de laboratorio de la adolescente  y las indicaciones "por escrito" de los cosméticos de la mujer y se cito en 45 dias...
Al finalizar la consulta, solo pago  los honorarios de la adolescente ( 5 problemas +  recomendación de cosméticos por el mismo precio además del retraso  de la agenda no programada de la señora …) pues ella no había “consultado”
La siguiente vez que vimos a  la paciente fue 3 meses después en una cita "urgente" porque el medicamento no le estaba funcionando y traía muy grave el problema, esto es  6 semanas después de la cita  programada para ver resultados de laboratorio (que ni tubo animo de por cortesía avisar que no iría…)
 Lo incomodo de la situación es que la señora   exclamo nada mas entrando al consultorio
-Su  tratamiento no  le sirvió nada a mi hija, pobrecita mire como tiene de horrible su cara llena de granos, se le sigue cayendo el pelo  a puños y el olor de pies no se ha ido… 
-¿Los estudios? - le cuestione intrigado, pensando en mil y una cosa que hubiera pasado por alto y por eso no hubiera resultados...
-No se los hice, no tuvimos tiempo y anduvimos fuera varios días… ¿eran importantes?
Repetimos el interrogatorio en busca de nuevos datos  además de preguntar como uso el tratamiento…
Claro  cómo iba a servir el tratamiento si de su boca confesaría que por ser “muchos medicamentos”  solo había comprado en “similares” algunos,  ya que el maquillaje le había salido muy caro en McAllen…
... y para colmo, protesto el cobro de la cita subsecuente, pues era revisión de un tratamiento  que no habia funcionado...

No cabe duda... cosas veremos y viviremos en este mundo...

viernes, 14 de junio de 2013

Malas noticias...

Por mas años de estudio y experiencia nunca estas suficientemente preparo para enfrentar ser el portavoz de la sentencia...

Sentado en la silla del sobrio consultorio particular, aquel alto y moreno trabajador de la construcción, vestido con su ropa de faena color caki, maltratada pero pulcramente aseada, mantenía sus lustrosos zapatos de trabajo bien plantados sobre el piso; observo como el médico contraia el  grueso entrecejo forjado por las horas de concienzudo estudio y de como apretaba los dientes  y fruncía la boca al revisar  los examenes que hacía dos meses le había pedido.
Ese gesto lo decia todo... 
 Los estudios los llevaba hasta ese dia  porque no había podido juntar lo necesario, por otros compromisos de pagos de la vida diaria… 
Solo, sin que nadie lo acompañara para no preocupar a la familia, acudió a recibir las noticias que le marcarían el sendero por el que transitaría su ahora depreciada existencia.
El hombre había comenzado con una fatiga inusual, se le caían los objetos y  presentaba un tic que hacia reír a sus nietos. Cuando comenzó a tropezarse y a batallar para hablar decidió ir a consultar.
Múltiples diagnósticos, tratamientos, estudios y cientos de pesos gastados porque en su servicio médico no salían de su diagnóstico de "fatiga crónica" , "cosas de la edad" y “usted quiere incapacidad”, le llevaron con aquel  novel médico particular que estaba de moda por lo acertado de sus diagnosticos, buscando alivio a su cansancio y torpeza…
Entonces ¿es la enfermedad que usted me dijo, la del beisbolista…? – se atrevió el hombre a pronunciar, rompiendo el sórdido silencio que mediaba en la habitación.
Como la “enfermedad del beisbolista” a la que se refería el hombre, es la enfermedad de Louis Gehring, exitoso pelotero que trunco su carrera por presentar ESCLEROSIS LATERAL AMIOTROFICA o  por sus siglas “ELA”, enfermedad degenerativa neuromuscular que ocasiona parálisis progresiva hasta la total minusvalía conservando solo los movimientos oculares, y por ende, cruel de inicio y mortal de necesidad… y que solo escuchar esas tres letras “ELA” crispa a los versados en el tema.
El otrora omnipotente  galeno, sentado en su majestuosa silla, desde donde momentos antes creía jugar a ser dios al creer dar salud o alivio a los achaques y disfuncionalidades de los que a él con fe acudían por ser públicamente sabido que era atinado en el diagnostico y contundente en la terapéutica, no pudo más  que tragar saliva,  lo que le causo un profundo y agudo dolor en la garganta… y en esa fraccion de tiempo, ante la imagen que se presentaba ante él, la de una gallarda y inexpugnable  atalaya que se derrumbaría  no ante sus enemigos, sino por algo que no pudo prever: su propia manufactura, persibio lo crudo de su propia naturaleza: humano, imperfecto, finito.    … y que ni él ni otro poder sabido en la tierra, podría detener la progresión de la enfermedad en un hombre que por demás estaba sano.
- Si. 
Contesto desde lo más profundo de su silla, asintió con la cabeza y guardo silencio, mientras su estomago le quemaba, el corazón le latía a mil y por poco libera una lagrima de esas que son por coraje, impotencia y dolor ajeno… El y su ego, se fueron haciendo pequeños en esa majestuosa silla… 
Asi, súbitamente, era de nuevo un simple mortal.
El silencio se hizo denso, sepulcral  y los segundos pasaban marcados por el reloj de pared escuchandose  como martillazos en cantera...  El bullicio de fuera del consultorio ponía toque bizarro a la situación, diciendo “la vida continua, y el tiempo se va”
El paciente, en su posición de hombre recio, inquebrantable "tal cual debía ser ...", comprometido  proveedor y cariñoso cuidador,  pudo sentir la empatía y pesadumbre de su médico (antes tan distante y ahora tan cercano a su tragedia),  comprendió que sus sentencia estaba dictada, cerro sus  obscuros ojos, hecho la cabeza hacia atrás y exhalo un suspiro, tal cual lo hacia para reposar unos segundos en los dias de mas pesada faena en su duro trabajo...
Pasaron unos segundos más y  el intercomunicador quebró el silencio para informar que seguía otro paciente…
El paciente recupero su postura y bajo la cabeza, su frente revelaba, a pesar del aire acondicionado del consultorio, un leve roció de sudor.  Mirando al piso y manteniendo fuertemente  apretadas sus rugosas manos sobre las rodillas  , no pudo mas y dejo escapar un par de pesadas lágrimas…acto seguido con el dorso de la siniestra retiro  la evidencia húmeda de su realidad y exclamo:
-Usted disculpe...
El medico torpemente atino a extenderle un Kleenex
-Entiendo - prosiguió- Mi hija me leyó al respecto en Internet... ¿Que sigue doctor?
¿Cuándo me voy a morir?



domingo, 24 de marzo de 2013

Me dicen el asesino por hay...


Era una de esas tardes de fin de semana, domingo para ser exacto. 
Como es normal en muchos de los hospitales, donde la sala de espera esta por lo común a rebozar las siguientes 6 a 24 hrs después de algún juego de la selección o del equipo local,  los llantos, los quejidos, el olor a humanidad, a humedad, a moho, no podían faltar y para colmo, no solo  urgencias, también las salas de internamiento  y cuidados intensivos lleno a  reventar…
- Haga algo, que no ve que es urgente!!
 Vociferaba uno de los tantos familiares que acompañaban al ya conocido paciente que tenia el hígado destrozado por alcoholismo crónico. 
Sería su enésima ocasión que llegaba deshidratado, amarillo, oliendo a lo que huelen los alcohólicos y con pérdida de la conciencia. Su respiración estertorosa y su estado estuporoso denotaban el grado del problema...
No sería la primera vez que lo traían así, sobre todo después del partido local, y n veces había sido dado de alta por el médico en condiciones estables…
- Tenemos lleno en este momento, no tengo donde ponerlo, ya di indicaciones y nada mas haya espacio lo pasamos…
El galeno respondió con aplomo, tratando de explicar su situación a la ya conocida problemática  familia.
- Si se muere mi papa va a ser su culpa!!! Si se muere es porque usted lo mato! No lo quiso atender y lo voy a demandar!!!
Termino de vociferar el más rudo de los familiares
El médico,  bien parado sobre sus talones le respondió, pausada y firmemente:
- ¿Es mi culpa de que se muera?  Yo hago cada vez que me lo trae todo lo posible… y ahorita no me es posible  darle una cama y tengo 6 pacientes tanto o más urgentes que lo de su papa y no puedo brincarlos…
- Si, pero si se muere es que usted no hiso nada…!!! Gimoteo la esposa
- ¿Mi culpa?  - Insistió el médico-  ¿Qué no hice nada? Culpa es de ustedes, de todos ustedes, que dejaron que este hombre se consumiera en su vicio y no hicieron nada y hasta le arrimaban su veneno…  La sala de espera  fue invadida por el  silencio frío que se siente cuando el medico  habla firme y conciso,  que obliga a ser escuchado porque pronuncia duras verdades que la familia no quiere ver
- Porque estamos de acuerdo - prosiguió el medico - que esto es porque aun hace 15 días, cuando lo di de alta se le indico que no tomara, y viene rezumando en alcohol… a ver ¿Quién le compro las cervezas?
El hombre que hace un momento estaba agresivo  solo apretó las manos y bajo la cabeza y el Dr.  concluyo…
Porque el que se las compro, ese, ese es el verdadero asesino del señor… ¿a poco no sabía que no debería tomar alcohol?
El familiar se llevo las manos al rostro,soltó el llanto  y exclamo
Solo quería pasarme un buen rato con el… no  creí que le haría tanto daño…

lunes, 18 de marzo de 2013

LO QUE OCUPE PARA PAPA…



- ¿Entonces no va a operar a mi papa?...
Le pregunto suplicante la mujer al Dr. L.  
El Dr. X nos dijo que usted ya sabia y que él iba a  estar en la cirugía, que si  le ponían la válvula a mi papa, iba  a ser el mismo de antes… Doc., si es por dinero, aquí le traigo las escrituras de una casita que tengo… no tenemos mucho, pero por papa, lo que sea… 
Los demás familiares,  que acompañaban al anciano, asintieron en la aseveración de la mujer… 
- Lo que queremos es que papa este mejor …
Corazón, entiende... -la interrumpió el médico, siendo lo mas delicado pero convincente posible, sabiendo que a la gente que quiere a sus viejos no entiende razones, y menos cuando se les niega lo que ellos esperan como una cura milagrosa:
 - No es por el dinero, tu papa no necesita esa cirugía, hágale lo que se le haga el daño ya está hecho y con válvula o sin válvula no va a cambiar su estado… tu papa deambula, come, va al baño solo, se vale por si mismo… a los 80 años, que se le olviden las cosas y actué como  lo hace es lo esperable, den gracias a dios de que se vale por sí solo y disfrútenlo mientras lo tengan…  quien se los opere les está haciendo mala chamba… y es una cirugía riesgosa, no son enchiladas… puede que no aguante la cirugía, se infecte, le dé u paro, … yo, no sé los opero...
Y se reclino hacia atrás en su sillón de escritorio, haciendo una mueca, viendo la decepción y molestia de los familiares que acompañaban al paciente, que hasta este momento no había participado en el dialogo 
Los familiares se miraron decepcionados los unos a los otros…
Bruscamente el doctor se inclino hacia adelante y se dirigió al paciente, al reparar que no se le estaba tomando en cuenta
-¿Cómo ve don Panchito, lo operamos? 
Pregunto el médico al delgado hombre que  sentado  frente a el, estaba expectante,  con los brazos cruzados, escuchando la conversación… el anciano se quedo pensando y abriendo los brazos exclamo… 
-Pos, yo no quiero… ni sé porque me quieren operar!! el otro doctor dice que es necesario, usted dice que no... vaya dios a saber!!
E hiso un ademan de aquellos que hacen los mayores cuando ya se fastidiaron en señal de que ya no les importa, termino diciendo:
-Hay hagan conmigo lo que quieran, total...
El médico asevero: 
-Todo está dicho… el paciente no quiere, ademas de  que no se requiere, así que no hay nada más que decir.
De mala gana la familia abandono el consultorio… 
Pasaron los días y el médico daria por finiquitado del incidente…
Meses después fue invitado por un colega a una reunión en una finca campestre 
Y esta We´ ¿de dónde? 
- Pues, fue el pago de una cirugía de un paciente. Ah!!  Que por cierto, tú no quisiste operar… 
Preocupado inquirió el Dr. L
- ¿Y cómo está el paciente?
-Pues de la cirugía salió bien, pero agarro una infección intrahospitalaria… ya sabes, así son los viejitos… a los tres  días se murió, y pues, no les iba a regalar la chamba… ‘ta padre la casita, ¿vdd?
Decía el cirujano mientras apuraba un trago a su chela bien helada…

domingo, 17 de febrero de 2013

Cuidar los centavos…


Llego aquel día a la consulta una distinguida y madura mujer, y al acto la reconocimos: ademas de esposa de galeno, su porte y donaire dominaban cualquier sitio donde su persona hacia presencia… 

Qué pena, un problema banal, mire usted… - se descubrió los pies, sacándose los zapatos Adolfo Dominguez, de esos que solo salen en las revistas de pasarela... – ya  he llevado tratamiento y no veo mejoría

No se preocupe -  la interpelamos – usara  x producto por "x" tiempo y la veo a revisión en 45 días… 

Después de las preguntas de cortesía de "¿cómo está el doctor?" y demás charla banal mientras se le llenaba el expediente y la prescripción,   se le extendió la receta y el  ticket para la  recepcionista, habiendo marcado el CORTESÍA FAMILIAR MEDICO, y le pedimos lo entregara a la señorita de la recepción.

Pero la mujer, sin mediar modales, con cara de sorprendida al ver que le entregaba un “ticket” pregunto:
-   ah… ¿es lo de tus honorarios?
-   Si señora, solo se lo da a la recepcionista y es todo por el momento.
Con un gesto de disgusto, lo arrebato de mis manos, se paro y sin despedirse salió de el área de consulta para dirigirse  a la recepción, sin siquiera ver lo escrito en el ticket…

Momentos después, entro la recepcionista y me comento:
Dr. la señora está muy grosera, me aventó un billete de mil pesos y el ticket; me pide factura pero que es “cliente de convenio” que le haga el descuento de lo que le voy a cobrar… pero es familiar de doctor, según usted marco en el ticket,…  y concluyo diciendo: y a ellos no les cobramos nada ¿vdd?

En vista de la actitud de la mujer  de ni siquiera revisar el ticket, le dije a la asistente: pues cóbrele…

La paciente no volvió, se de buena fuente que fue con otro médico y que le recetaron lo mismo…  pero me queda claro que ejercen el feo deporte extremo de “cuidar los centavos”, ya que regatean  hasta cuando les están dando la cortesía… (que me doy cuenta la dan por sentada, aunque afuera no se merescamos ni un saludo de su persona)

Lastima de porte, en cosas tan pequeñas muestran su naturaleza…

domingo, 10 de febrero de 2013

Ya tengo el poder!!! ...Pues pasa tantito para andar igual...!


Envoltorio verde…
En una de esas guardias de urgencias, donde cualquier cosa puede entrar por el dintel, se escucho fuera de la rampa que accedía a el área de triage, un rechinido de llantas y acto seguido  entro un tipo casi arrastrándose a gatas, desangrándose por un costado resultado un machetazo, a razón de pleito de territorios por narcomenudeo. 
El individuo de no más de 17 a 18 años, delgado y vestido a la usanza “colombian style” se revolvía como gusano y era difícil controlarlo, por lo que lo tuvieron que sujetar entre varios para desvestirlo y ponerlo en condiciones de revisarlo y pasarlo a quirófano.
La enfermería  que se avoco a prepararlo al desvestirle y  quitarle  unas botas vaqueras, en un escondrijo dentro de la misma, encontró un envoltorio de plástico,  y disimuladamente lo escondió en su “cangurera”…
El recién llegado R1 que  observo la maniobra le comento a su compañero residente:
- We, mengana  se clavo un envoltorio que traía el paciente en las botas… ¿viste?
- Oh,   tas imaginando cosas... si ella es bien buena onda… no creo… además ¿Qué pudiera ser? Nel… ´tas viendo cosas, ya andas cansado de las guardias… le sentencio el compañero, mientras ambos procedían a pasar revista de los pacientes
- Como quiera le voy a decir a  “x” que que pex con eso…
En la primero oportunidad que el encargado medico de la guardia  se desocupo, se acerco el R1 y le comento
- Oye x, fíjate que…
El encargado al ver lo que se le avecinaba, atino a decir:
- No hagas pedo, we… - contestó el galeno sin quitar la vista de una biometria recién llegada
-Comentarios como ese te pueden causar problemas… no andes levantando falsos…aseveró
– Aquí en la institución no puedes denunciar a ningún colega… ¿no te lo han dicho?   Seguía revisando los estudios, cambiando rápidamente de hoja a hoja
- Es más, tu pórtate chido y te  arreglamos, nomas chiton… el bato se de de gracias de que le quites el problema… al rato llegan los “judíos” y le ponen una chinga si le encuentran eso…  pero ¿Cuál?… si este We no traía nada!!!… porque nada mas tu viste, ¿qué no?...   Y se retiro mientras seguía el residente parado en sus talones

Como en todo, no hay blanco o negro, hay escala de grises… 
Algunas veces,  algunos requieren un apoyito para resistir  la carga y tedio de las guardias, sobre todo a las 4 de la mañana,  
... y si te portas bien, te convidan.

jueves, 24 de enero de 2013

Hay veces que la realidad supera la ficción  y no da uno crédito a las historias que suceden a cualquier hijo de vecino,  ... saque usted las conclusiones pertinentes ante casos así...

Entonces, doc. ¿Si tengo relaciones se me va a quitar el acné? - me preguntaba la exuberante  adolescente - porque ya tengo varios meses de “hacerlo” y no tengo mejoría…
La cara de ¿what? Se formó en mi rostro y  me volví  hacia donde estaba sentada la mujercita y al acto entendí que era inevitable que más de uno se hubiera interesado en aquel cuerpo en desarrollo: unas largas y pálidas piernas  semi cubiertas por una minifalda de leopardo y la blusa de gasa rosa dejaba ver mucho de su busto… el pelo le llegaba a media espalda (claro, rubio y ondulado...) la bolsa  de diseñador y el olor a Cartier terminaban de crear la sublime imagen de femme sensual… 
Caí en cuenta  que era una de esas mujercitas  Ni Ni (ni estudia ni trabaja)  y a los 16 años  había llenado en su expediente, en los espacios propiamente para ello,   que fumaba, consumía alcohol y usaba  “tachas”…
La mujercita prosiguió:
-  Pero, yo creo que es hormonal – me sorprendió el comentario por provenir de alguien que fue expulsada del cole en 2do año de secundaria  –
- Pudiera ser… - atine a decir,mientras trataba de poner mi atención completa a las palabras de  la paciente 
- Porque ya tengo dos meses que “no me baja” y me duelen las bubis…
Este comentario termino de  desencajarme la quijada y le pregunte casi cínicamente
 -  ¿y te preocupa el acné? – que a decir verdad era mínimo…
- Si… es que ninguna de mis amigas tiene y pues quiero me recete esas pastillas que son muy fuertes…
La interrumpí: - pero tenemos que ver primero lo de tu periodo…
 - Hay! no se preocupe...  – contesto, sin darle importancia – una amiga me da una pastillas y al día siguiente me baja… ya me ha pasado antes… unas 3 o 4 veces… o también mí  primo me da una pastillas… y ya…
- ¿Y no usas anticonceptivo…?  inquirí
- Hay no doc... hacen que te pongas gorda y mi primo dice que entre familiares  “no hay riesgo”…  casi estoy seguro que se me murieron 1000 neuronas al escuchar eso…
- Y tú mama ¿porque no te acompaño hoy? ¿Con quién viniste? - le pregunte, cayendo en cuenta  que estaba atendiendo a una menor de edad
- Si vino, está afuera, viendo “Laura de América”… nunca se lo pierde…  y no entra conmigo a las consultas… además siempre está de viaje o dormida en casa…

Sin Comentarios…

martes, 8 de enero de 2013

¿NORMAL?



Era una de esas tardes de 20 pacientes y la consulta fluía  como dios manda… cosas leves, banales, cosméticas, botox… un buen día de divas… ¿Qué podría bajarme de la nube donde estaba? Sin embargo, la tarde cambiaría de color al tratar a la paciente  que ahora les contare.
La asistente ya me había dado a entender que me iba a sorprender…
Ahora si doctor, para que desquite - Tomándose las licencias que las asistentes ya entradas en años se toman
No sea grosera, andele paseme al paciente - y me pregunte - ¿Qué puede pasar por esa puerta que no haya visto ya?  -  sonreí para mis adentros…
Con sus 120 kg, la adolescente no quiso sentarse en las   modernistas sillas del consultorio
Así estoy bien - se atrevió a decir… 
El motivo de consulta: cuello obscuro y caída de cabello
El habitus de la paciente era de libro: vello facial, severa falta de pelo, simpática y chapeada  cara de luna, obesidad central, jiba,  cuello, axilas y demás pliegues obscuros, como percudidos y de textura aterciopelada; bajo la blusa  asomaba un panículo adiposo exagerado surcado por estrías violáceas y un sin número de moretones en diferentes estadios en los brazos… (Colegas médicos ya hicieron diagnostico ¿vdd?)
Al interrogatorio refirió mucha sed y que iba al baño a orinar con frecuencia
 – Es bien miona y deja el baño oliendo a agrio, como a vinagre -  comento la madre, además  de referir que a partir de los 10 empezó a subir de peso, pero que  no comía mucho, que se cansaba muy fácil; que cuando hacia corajes le dolía la cabeza  y le sangraba la nariz  a cada rato y que por eso no le decían nada… Que era muy irritable y que no quería ir a la escuela porque se sentía fea… y que se preocupaba por todo, que era muy ansiosa…
-Y para colmo aun no es señorita Dr.… esta chiflada, nomás que le baje y todo se le arregla…eso me han dicho…
-¿Y que le han dicho los otros doctores, porque  la consultado antes de esto?
- Que es NORMAL… que así es ella… que come a escondidas y que por eso esta gorda, que quiere llamar la atención  y que  me extraña que este gorda, si en la familia todas estamos en “buenas carnes”… y nomas le mandas unan cremillas para el cuello y shampoos pero  nomás no veo resultados…  pero a mi me  me preocupa que se vaya a quedar pelona y que crean que no se baña…
- ¿Y usted que cree?  - le pregunte a la señora, intrigado de porque ante tan florido cuadro,  no hubieran  hecho algún estudio….
- Pues si dicen los doctores que es NORMAL, pues yo que se… además pues si ella quisiera no estaría así… y si es normal,  pos que le vamos a hacer…
-Y ahora anda diciendo que no ve…  por eso anda toda moreteada… comento la tía que las acompañaba
- Es que no veo a los lados - interrumpió la niña – pero no me cree… y yo digo que estoy enferma y me voy a morir bien pronto, pero los otros doctores dicen que no, que soy normal…  nadie me hace caso y yo ya me canse…

Tristemente, la escuela no nos hace humildes y si  ante cuadros tan evidentes, no somos capaces de reconocer lo normal de lo que no lo es, y de no tener idea de que tiene el paciente, no tener la capacidad de decir "no se" y referirlo a otro nivel ¿Qué será de los signos y síntomas sutiles?

 ... Asi, los pacientes pasan de consultorio en consultorio hasta que alguien le “atina” o definitivamente el paciente deja por la paz la búsqueda de su salud …"al cabo, es normal, y si lo dice el doctor, pues así debe de ser"

El diagnostico final fue Cushing. Tenía un adenoma hipofisario de 1cm diámetro… pero ya todos lo sabiamos... ¿vdd?

viernes, 16 de noviembre de 2012

Hora 16: 39



1001, 1002, 1003…
¡Alto, ya paren de dar maniobras!- indico el encargado de la sala al team que practicaba las maniobras de resucitación; habían pasado más de 15 minutos sin tener éxito…
Una hora antes, todo era tranquilidad... las visitas  estaban en ese momento en la hora que les otorgaba el hospital de visitar a sus pacientes, reinaba en el ambiente ese sentimiento de que aunque el hospital es un lugar de dolor y enfermedad, las visitan alegran el ambiente:  los niños pasados a escondidas y los taquitos y garnachas aun tibios, aunque, prohibidos por el menú de el paciente, eran pasados de contrabando, inundando el otrora nauseabundo olor de las salas de internamiento, modificando en aquel intervalo de tiempo la rutina diaria....
Los estudiantes estábamos en el área común, frente a enfermería, algunos leyendo, algunos distraídos viendo el devenir de los familiares por el pasillo o haciendo guardia esperando que aparcería el residente encargado de su familiar, para pedirle informes… el calor de Monterrey se hacía patente por el descompuesto sistema de  ventilación del hospital…Todo se comportaba como normalmente pasaba a esas horas…
De repente, sucedió lo que con incomoda frecuencia sucede dentro de los hospitales: la familia sabia que el paciente, aunque estable, pronto se partiría… ajenos a lo que sucedía derredor de ellos, observaban impávidos al como las fuerzas languidecían dentro del joven recostado en las percudidos retazos que hacían  de sabanas… el paciente tosió, jadeo y sus ojos viraron en blanco, expiro estertoricamente y se quedo quieto ante la mirada de sus ahora dolientes… 
¿Que tienes mi’ijo? - Grito la madre agitando al inerme cuerpo
Un residente pasaba en ese momento y al ver la conmoción, grito la conocida señal de alarma “PARO”- desencadenando toda una serie de maniobras por doctores que salieron de no sé dónde y enfermeras empujando carros rojos repletos de medicinas, a la vez que  los familiares fueron sacados, (no sin antes protestar)...
Algunos estudiantes alcanzamos a colarnos a la sala antes de que cerraran la puerta, actuando como espectadores de una tragedia…
1001, 1002, 1003,… xilo,…. 1001, 1002, 1003,… bica y atropina… tómale un trazo… no tiene pulso… desfibrilador…
… 15 minutos….
Todo sucedió tan rápido…
Así fue mi primera vez...

domingo, 2 de septiembre de 2012

Calladita se ve más bonita…


Sucede que  aveces, somos juez y parte cuando atendemos a nuestros congeneres, mas cuando son desvalidos o se encuentran indefensos, sobre todo en esas horas altas de la noche donde  lo mejor y lo peor de la naturaleza humana aflora ... y lo mas penoso que los espectadores no tenemos la valentia de detener el escarnio amedrentados por jerarquias o sedados por la rutina...

Cállese! No sea chillona, ¿apoco así lloraba cuando estaba con el fulanito?
- le indico la enfermera en la sala de partos a la jovencita que se contorsionaba de dolor ante las contracciones de su prematuro embarazo, justo cuando le canalizaba una vena en su púber brazo…
A esa edad debería de estar jugando con muñecas y preparando su quince años, no metiéndose con hombres 
- Comentaron entre si la circulante y la enfermera de piso; su comentario fue lo suficientemente fuerte para que se escuchara en la fría sala de expulsión; los presentes, algunos estudiantes y un residente, hicieron una pausa de silencio y la paciente gimoteo como una niña que hace puchero cuando pierde algo que sabe no va recuperar…
Yo quería mi vestido de quinceañera y mi fiesta… 
balbuceo la paciente mientras le lavaban la espalda para aplicarle la “raquea”
Pero mira donde terminaste
– le recrimino la solaz enfermera
No se puede andar en misa y tronando cuetes hijita, a tu edad… Seguia la enfermeda de mal modo haciendo lo propio de donde seria puncionada la  espalda de la mujercita, para  anestesiarla y  hacerle menos doloroso el trance.
Asi, desnuda ante los hojos de muchos desconocidos, hecha ovillo, la niña  dejaba caer sus lagrimas y alcanzo a balbucear, antes de que  la fria aguja de la raquia fuera torpemente aplicada por el anestesiologo en ciernes 
Es que yo no quería…  
-Apreto los ojos, los dientes y las manos reprimiendo su expresion de dolor, mientras la aguja penetraba una y otra vez entre sus vertebras.
- Sin voltear a ver, como quien  se mantiene su distancia al hacer algo que no quiere, pero debe hacer (debe ser molesto trabajar de noche y mas por mocosas que andan jugando a ser mujer...) la enfermera prosiguio su  sermon:
Si, así dicen todas ...
-  Los presentes se miraron unos a otros, siguiendo el desarrollo del dialogo enfermera-paciente, como quien presencia una  rutina histriónica :

Es que no sabe… el que iba de chambelán y un primo de él, me abusaron donde ensayábamos las coreografías… 
- La chiquilla interrumpió la frase con un quejido de dolor, al ser sorprendida por una contracción…
Yo no andaba de “wila”, yo quería mi fiesta de quince años…

(la historia sucedio hace muchos años,
 cuando estudiante, 
pero se de buena fuente 
que con frecuencia se repite.
 Mea culpa ...)

lunes, 13 de agosto de 2012

Hojalatería y pintura



Sentado en la recepción, como escondiéndose detrás del periódico, se encontraba  el primer paciente de esa tarde de 22 de diciembre. Había llegado media hora antes de la hora pactada de su cita, pudimos observar que traía bien boleados los zapatos y usaba kakis  bien planchados, las manos bien arregladas y el pelo  bien engomado. No se quito el periódico cuando se le saludo…
Nos  instalamos y pedimos a la asistente que  hiciera pasar al paciente.
De 50 años aproximadamente, tez morena y lentes de pasta, soltó de escopetazo:
       -Quiero que me quite todas las cicatrices
Su rostro no evidenciaba gran daño solar, es decir supusimos que  trabajaba en oficina, e intuimos se trataba de un profesional, ya que portaba un gran anillo de graduación de  x universidad en su mano izquierda…
Realmente no tenia gran problema, nada que no fuera esperable para su edad, es mas, parecería demasiado pulcro en su cuidado.
Platicamos de las opciones  y expectativas, de tiempos y costos…
De pronto pregunto:
 - ¿me aseguras que voy a quedar sin marcas?
Se le dio explicación de lo que se podía esperar... pero no me dejo concluir porque sus ojos se llenaron de lágrimas y sollozo como lloran los niños que pierden  su juguete favorito… tomo un clínex, se quito los lentes y enjugo sus lagrimas:
-          Tengo 5 días de que ya no tengo trabajo… mi trabajo de 22 años,  me lo quitaron y se lo dieron a un muchachito… yo ayude a levantar esa compañía… y ahora me sustituyeron por alguien “actualizado”…
No supe que decir ante el quiebre del paciente…  pero el continuo  después de una breve pausa  donde inspiro profundo y pausado… como quien acaba  de encontrar alivio
-          Por eso vengo con usted… necesito verme bien para mis entrevistas de trabajo, porque  aun soy joven y no puedo quedarme sin  luchar… pero no puedo competir así con los muchachitos… así que estoy en sus manos…

miércoles, 20 de junio de 2012

PARA TODO LO DEMÁS, EXISTE MASTERCARD…



- Ándele Dra., déjeme salir nomas un rato - Suplicaba el paciente internado en cuidados intensivos a la Dra. G., que lo tenia internado porque el  robusto hombre de unos 55 años, pelo entrecano, tez morena  y de un mirar sereno se había infartado días antes y aun no estaba en condiciones ni de deambular… - regreso ahorita, se casa mi hija, y como lo va a ser como se debe, si no le doy su bendición… ándele por favor, es a las 8:00, pa´ las 10:00 ya estoy d’regreso… ándele no sea malita… realmente, “daba cosa” oír la suplica del hombre…
A medida que pasaban las horas, la angustia el hombre aumenta y se reflejaba en sus parámetros vitales, refería dolor precordial, su pulso y frecuencia cardiaca aumentaban,  se sentía mareado, pero no cesaba en su suplica
- Mi hija se casa, por favor…déjeme salir, le juro que la entrego y regreso,  luego luego…
La Dra. sentencio: 
-Si no se está tranquilo lo voy a tener que sedar de nuevo,… se va a volver a infartar y  entonces si, ni ahorita ni después, así que ya estese tranquilo… lo que me pide no se puede… ¿me explique?  … yo se que para usted es importante…
-Si doctora, usted disculpe… 
El hombre, en su calidad de hombre de los de antes, no se permitió derramar las lagrimas que arribaron a sus ojos…
Pasaron algunas horas, la rutina en cuidados intensivos  seguía su habitual devenir… entraron y salieron como siempre lo hacen, sin pedir permiso, enfermeras, doctores, las chicas del aseo… todo lo que normalmente sucede, así que nadie noto cuando entraron…
-Dra. G. ¿el paciente de la cama 4 tenia interconsultas? 
La doctora levanto la cara de los manuscritos que redactaba y frunció el entrecejo… vio  junto a  la cama del paciente a tres personas (una mujer y dos hombres), pulcramente vestidas de pitufo y bata, llamándole la atención que el paciente sonreía como cuando un niño  es obsequiado de algo muy deseado… las miradas de la doctora y el paciente se cruzaron, por lo que la Dra. intrigada y sin mediar palabra con su personal, se levanto  de su silla y se dirigió al cubículo… y alcanzo a escuchar: entonces ámense y cuídense como buenos cristianos, les doy mi permiso y mi bendición – mientras hacia la señal de la cruz sobre ellos, los jovenes estaban tomados de la mano…
Los jóvenes se incorporaron al entrar la doctora en el cubículo: 
-Mire Dra.!! Es mi’ija y su esposo, bueno ya meros, vinieron por su bendición ¿Cómo no voy a querer a una hija y aun yerno así…que me dieron mi lugar?  - en esta ocasión, el hombre no pudo contener las lagrimas… papa no llore!! -exclamo la hija, mientras lo abrazaba, su maquillaje se  corría por las  espontaneas lagrimas…
El otro hombre, dejaba ver bajo el “pitufo” un cuello  “Mao”, blanco con negro, como los que usan los sacerdotes católicos al oficiar misa… 
-Dra. Usted disculpe, pero hay ocasiones que es mejor pedir perdón que pedir permiso… le interpelo,  al interceptarla en el dintel  del cubículo…
-Sí, pero váyanse ya, porque  pueden meterse en problemas… hay señor mío!!  Me va sacar canas verdes!  El hombre enjugo sus lágrimas y casi soltó una carcajada, la Dra. regreso a su escritorio,  y a sus espaldas los presentes se despedían y a si como entraron, se esfumaron de la sala…
- Entonces Dra., ¿llamó a seguridad? – pregunto la enfermera que había observado todo - porque  se me hicieron sospechosas esas personas… ¿eh? ¿Qué le dijeron? ¿De donde eran?... Porque la muchacha se me hiso conocida, no es la…
-Esos doctores  tenían  un permiso especial… la interrumpió la Dra. Sin querer dar más explicaciones…
-¿De dirección, Dra.? Insistió la  ceñuda mujer…
-No, del de mero  “arriba” - respondió la Dra. sin apartar la vista de las hojas  que momentos antes había  dejado de llenar… -Póngase a chambear y  ya no ande de intrigosa – le ordeno sin voltearla ver - 
-Ah, no, pos,… si es así,  ok, con los  de la secretaria o del sindicato no hay que meterse… observo la mujer, mientras se disponía a realizar su ronda…