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viernes, 14 de octubre de 2016

El Sr Tama

Cuando el prejuicio te alcanza


Llega paciente  mal encarado al consultorio, de ascendencia asiática,  notorio por su fisionomía y su nombre (lo llamaremos Sr Tamagochi) y claro, esperas que no hable español… 
Antes de pasar al paciente, mi asistente me pone en antecedentes: que la cita la hiso la asistente del sr, la cual pregunto qué donde estudie, que idiomas hablaba y si era puntual…
Le saludo, me presento y le pido tome asiento… Esperando no me entendiera y preparado para cambiar el chip a ingles le pregunto: ¿en qué puedo servirle?  
Aun con gesto adusto, con los brazos cerrados  sobre su pecho y sentado en el borde de la silla ligeramente inclinado  al frente, el sr Tamagochi dice enfáticamente en  castellano
  “Permitame decirle: valoro mucho la puntualidad  y habra de saber, que las mujeres en mi casa y en mi negocio, me hablan de usted”
Se hizo el silencio y me dije a mi mismo: santa peluca de las piojas paridas…
La ardilla en mi cabeza empezó a correr como Core de APPLE  conectado a Infinitum… me vino a la cabeza calificativos como “paciente machista” “me está pidiendo lo  trate con respeto” “ se ve mafioso, mínimo samurái o entrenador de pokemon grado master…  sin duda ha de ser ya-ku-za”… 
Atiné a decirle: 
"Sr Tamagochi, aquí la regla del consultorio es tratar con respeto a los clientes… yo también  le hablare de usted…"
Se volvió a hacer el silencio incomodo… bruscamente, el paciente se pone de pie y se pone  carcajearse cual niño con payaso… 
Me quedo sorprendido. ¿Qué pasa?
Se vuele a sentar el tipo, esta vez en posición relajada y me dice, aun con la voz entrecortada por la risa: “corrijo doc: las mujeres de mi casa y de mi negocio me hablan de que debía venir con usted a checarme… hablan bien  de tu trabajo… no es necesaria tanta solemnidad, puedes  tutearme… me conocen como  el Tama y vengo a ponerme  Botox…"

Ok, cada quien escucha lo que quiere y entiende lo que puede… esperemos cumplir sus expectativas…

El miedo no anda en burro...

Cuando el prejuicio te alcanza


Llega paciente  mal encarado al consultorio, de ascendencia asiática,  notorio por su fisionomía y su nombre (lo llamaremos Sr Tamagochi) y claro, esperas que no hable español… antes de pasar al paciente, mi asistente me pone en antecedentes que la cita la hiso la asistente del sr, la cual pregunto qué donde estudie, idiomas hablaba y si era puntual…

Le saludo, me presento y le pido tome asiento… Esperando no me entendiera y preparado para cambiar el chip a ingles le pregunto: ¿en qué puedo servirle?  
Aun con gesto adusto, con los brazos cerrados  sobre su pecho y sentado en el borde de la silla ligeramente inclinado  al frente, el sr Tamagochi dice enfáticamente en  castellano
  “Permitame decirle: valoro mucho la puntualidad  y habra de saber, que las mujeres en mi casa y en mi negocio me hablan de usted”
Se hizo el silencio y me dije a mi mismo: santa peluca de las piojas paridas…
La ardilla en mi cabeza empezó a correr como Core de APPLE  conectado a Infinitum… me vino a la cabeza calificativos como “paciente machista” “me está pidiendo lo  trate con respeto” “ se ve mafioso, mínimo samurái o entrenador de pokemon grado master…  sin duda ha de ser ya-ku-za”… 
Atiné a decirle: Sr Tamagochi, aquí la regla del consultorio es tratar con respeto a los clientes… yo también  le hablare de usted…
Se volvió a hacer el silencio incomodo… bruscamente, el paciente se pone de pie y se pone  carcajearse cual niño con payaso… 
Me quedo sorprendido. ¿Qué pasa?
Se vuele a sentar el tipo, esta vez en posicion relajada y me dice, aun con la voz entrecortada por la risa: “corrijo doc: las mujeres de mi casa y de mi negocio me hablan de que debía venir con usted a checarme… hablan bien  de tu trabajo… no es necesaria tanta solemnidad, puedes  tutearme… me conocen como  el Tama y vengo a ponerme  Botox…"

Ok, cada quien escucha lo que quiere… esperemos cumplir sus expectativas…

miércoles, 5 de marzo de 2014

Carta de un médico a un paciente enojado


Estimado paciente:
EL día de hoy no ha sido bueno. Te disgustaste porque no estuve para ti, al momento que lo necesitabas. Esto me contraria y me pone a meditar acerca de algunas situaciones que pasan en la consulta en forma cotidiana en relación a la agenda, el tiempo que se le dedica al paciente y los asegunes que se suscitan…
Si bien es cierto quedamos que te vería  fuera de mi horario habitual de trabajo, ya que tú no puedes acudir debido a tus múltiples ocupaciones, dicha cita no la confirmaste como quedaste, ni verificaste que yo supiera que si asistirías. Solo se te ocurrió que yo estaría para ti, fuera del horario habitual y que dentro de mis ocupaciones, estaría al pendiente de tu asistencia, si es que decidías ir. ¿No se te ocurre que tengo muchas otras cosas en la cabeza como para acordarme de un paciente que vi una ocasión hace tiempo y ahora me escribe un mail para ver si lo puedo atender y que  también que tengo una  vida fuera del consultorio? esperas que yo me acuerde de su cita, pero tú no confirmas oportunamente…  

Acordándome de tu mail, te espere. Me quede media hora fuera de mi turno, además de 15 minutos más para darte oportunidad a  llegar y no llegaste, bueno, si llegaste, pero 25 minutos después de tu cita pactada, que no confirmaste¿Cuánto crees que debía esperarte más?  Ciertamente a los 10 minutos de  retraso llamaste de “que ya ibas para el consultorio”  pero nunca mencionaste si tardabas dos, cinco o treinta minutos, ¿Qué te hiso tardarte? ¿Era justificado que te retrasaras? ¿No era urgente que te viera?  ¿No era tal la prioridad de tu salud que deberías de dejar lo que estás haciendo para acudir a tu cita?... entonces,  no era urgencia que te atendiera, era comodidad de ser visto cuando tenías menos ocupaciones… es decir: yo sí puedo retrasar mis actividades, pero tú no puedes suspender las tuyas en pro de tu salud y llegar puntual a la cita.
Ten en cuenta que retrasar el momento de la consulta, los problemas de salud siguen evolucionando, presentándose  después el agravamiento del cuadro y necesidad de ser visto “con urgencia” (si tus actividades te lo permiten, claro)… y resulta que el medico es el culpable, por no date espacio en su agenda…
A fin de cuentas, de esto vivo, No tengo un sueldo, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni seguridad social, por lo que debo de cuidar a mis clientes y tolerarles muchas informalidades.
Al igual que tu, muchos pacientes piden cita urgente… sin embargo estarás de acuerdo  que las urgencias se atienden en urgencias, pero como haya sale caro, mejor vas a consultar a la oficina, donde obvio, quieres ser visto ya, sea válida tu urgencia o no.
El tiempo no lo puedo duplicar, pero ¿Cuánto crees que sea conveniente en tiempo para que un médico te interrogue, te revise,  haga un juicio clínico y razone los que va a recetarte, te lo explique, haga la receta y la nota del expediente? Las autoridades dicen que 15 minutos, yo pienso que debería de ser una hora,   pero para fin práctico lo cerramos en 30 minutos.  Trabajando 8 horas al día debería de ver 16 pacientes diarios por simple aritmética. Los espacios en agenda se van llenando, (porque algo hemos de estar haciendo bien o a lo mejor no hay otra opción)  y si me pide cada paciente verlo lo más pronto posible (léase ya)  por ser  “urgente”, solo me quedan 3 cosas por hacer:
1.- o empalmo pacientes, con la consecuente disminución de tiempo para dedicarle a cada uno, lo cual nadie está dispuesto a dar su tiempo por otro paciente… todos quieren sus 30 minutos… y yo me tengo que chutar la cara de cada paciente al que tengo que recortarle el tiempo para verte o bien disculparme por el retraso consecuente de verte intercalado.
2.- o te agendo otro día, lo cual te incomoda porque tú tienes urgencia en ser visto
3.- te veo fuera de turno, pero ¿estás dispuesto a pagar por ser visto a deshoras una tarifa mayor? No verdad. Entonces ¿qué me motiva a verte fuera de turno, por un mismo precio de una cita normal y además llegas tarde? En Estados Unidos se contempla que se cobre si es fuera de turno,  y seguramente no te atenderá el mismo médico, además se cobran las consultas por teléfono y el medico tiene cierto límite de pacientes que puede ver por cartera de clientes al día, para evitar errores y la fatiga de juicio…
Me reclamas que no te puedo ver urgente que hay que posponer cita por 2 a tres días, bueno ya te explique algunas de las razones. Sin embargo también se te ofreció ser visto un día anterior, cita que cancelaste justo unos minutos antes de la hora, con lo cual yo me perdí de comer con mi familia, porque la agenda se modificó para ti (Para ti son importantes tus negocios, para mí, mi familia).
La problemática del horario  y las disponibilidad de citas en las que el paciente es atendido, se agrava con la informalidad de los que llegan tarde a su cita, lo que no solo trastorna la agenda del consultorio, sino la de cada paciente que está agendado después del impuntual, y al día normalmente son dos a tres los que descuadran la fluidez del día, y claro hay que atender a los impuntuales amablemente. También el ausentismo de los pacientes (que como comente, de esto vivo e impacta directamente en mi bolsillo y el bienestar de mi familia) que no tengan la cortesía de avisar que no podrán asistir con tiempo, para poder dar la cita a otro paciente, claro que no me es nada simpático. ¿Cómo esperas que te vea sonriendo la siguiente vez que vas al consultorio, si me hiciste perder tiempo y dinero y le quitaste la oportunidad a otra persona de ser atendido?
Pero el colmo, es que te desquites con la asistente, ya que en todo caso ella recibe indicaciones mías.  Y después de vociferarle, a mí me hablas muy políticamente. Toma en cuenta que llegaste tarde por tu culpa, por tus circunstancias  y falta de previsión del manejo de tiempo. Ok yo debía de estar allí si ya habías avisado que ya ibas, pero  ¿Cuánto crees que debía esperarte? ¿No consideras irrespetuoso que alguien te dé de su tiempo y llegues tarde? Y respecto a tu molestia… tu tiempo es tan importante como el mío… técnicamente, me debes los honorarios de dos consultas pues fueron dos días los que dedique tiempo para ti y no acudiste, cuando pude dedicar ese tiempo a otra actividad u otro paciente.
¿Te molesta que no te haya visto?
A mí me molesta haber estado esperándote inútilmente y perder 45 minutos de mi vida en nada productivo.
Enójate contigo… que el que llego tarde a la cita, fuiste tú.
Sé que  eres persona culta y podrás, sin resentimiento, obtener alguna idea de las líneas que te he escrito.  Y si tienes a bien, platicamos de otros temas respecto a la relación médico paciente. Hay muchos asegunes y claro esta podemos dialogar y sacar algo de provecho de esta mala experiencia.

PD mi política es que si yo llego tarde o me retraso, siempre me disculpo y hago descuento de consulta o se da la consulta de cortesía según la severidad de la tardanza. 

lunes, 15 de abril de 2013

Tu, la misma de ayer, la incondicional...



-Como que siento un vació  como que una molestia en el abdomen, sin ganas y a veces me mareo… relataba con una seductora voz infantil, la paciente que acudía por primera vez al consultorio, la pose erguida con la pierna entrecruzada enmarcaba el bien cuidado maquillaje y acomodo de el peinado; la blusa, desabotonada  más de lo debido, dejaba ver  un busto por demás turgente, desbordante, y  en la divina división entre el derecho  e izquierdo,  una ostentosa cruz con piedras verdes… a lo sumo, tendría 19  años … estaba acompañada por una no tan agraciada amiga, que se veía más  preocupada que la susodicha… 
¿Uh, que más? -  Interrogo el médico a la escultural “señorita”… que no dejaba la pose de niña desprotegida
Pues no se… me duele el busto, y pues “lo de cada mes” no ha venido dijo la fémina, mordiéndose el carmesí de sus labios, denotando algo de inseguridad ante la pregunta… pero soy irregular, a veces viene cada 30 o , cada 60, depende…
¿Tiene vida sexual activa? …
-¿Cómo?.. hizo una mueca  bien ensayada cara de desconcierto,  mientras movía vertiginosamente el pie que tenia al aire, decribiendo circulos...
-Qué si “coges”, mensa!!...le observo la amiga, mientras se ruborizaban sus postpuberes mejillas
 -Pues... sí, pero los muchachos me cuidan…
-¿Cómo?- La interpelo el médico, con un asomo mas de morbo que de curiosidad científica, ya que parecía la niña que no quebraba ni un plato - ¿los muchachos la cuidan?... ¿tienes varias parejas?
- No tantas… hay que pena, doctor…Pues,  con el chófer, en la mañana, luego el patrón nomas de vez en cuando, pues esta viejito, pero siempre usa gorrito...  los sabados a mediodía con  el  de la fonda , y con los muchachos del taller pues no siempre, pero es dos o tres veces por semana, cuando hago inventario me quedo un rato con ellos y pasan cosas… y con esta mensa también tengo mis cosas, por eso viene conmigo… explico dejando un aire de  “no pasa nada”; la compañera, bajo tímidamente la cabeza al verse descubierta en sus impúdicas actividades
- Hay que hacerte estudios, probablemente estas embarazada
- ¿Cree que pueda ser de mi novio? - interrogo la joven- Es que con el solo lo he hecho por “encimita” ya sabe, sin que… pues… ¿si me entiende verdad?...  es que no lo he hecho bien bien con él, para que no piense que soy  liviana…

Cuídate de las aguas mansas…

domingo, 24 de marzo de 2013

Me dicen el asesino por hay...


Era una de esas tardes de fin de semana, domingo para ser exacto. 
Como es normal en muchos de los hospitales, donde la sala de espera esta por lo común a rebozar las siguientes 6 a 24 hrs después de algún juego de la selección o del equipo local,  los llantos, los quejidos, el olor a humanidad, a humedad, a moho, no podían faltar y para colmo, no solo  urgencias, también las salas de internamiento  y cuidados intensivos lleno a  reventar…
- Haga algo, que no ve que es urgente!!
 Vociferaba uno de los tantos familiares que acompañaban al ya conocido paciente que tenia el hígado destrozado por alcoholismo crónico. 
Sería su enésima ocasión que llegaba deshidratado, amarillo, oliendo a lo que huelen los alcohólicos y con pérdida de la conciencia. Su respiración estertorosa y su estado estuporoso denotaban el grado del problema...
No sería la primera vez que lo traían así, sobre todo después del partido local, y n veces había sido dado de alta por el médico en condiciones estables…
- Tenemos lleno en este momento, no tengo donde ponerlo, ya di indicaciones y nada mas haya espacio lo pasamos…
El galeno respondió con aplomo, tratando de explicar su situación a la ya conocida problemática  familia.
- Si se muere mi papa va a ser su culpa!!! Si se muere es porque usted lo mato! No lo quiso atender y lo voy a demandar!!!
Termino de vociferar el más rudo de los familiares
El médico,  bien parado sobre sus talones le respondió, pausada y firmemente:
- ¿Es mi culpa de que se muera?  Yo hago cada vez que me lo trae todo lo posible… y ahorita no me es posible  darle una cama y tengo 6 pacientes tanto o más urgentes que lo de su papa y no puedo brincarlos…
- Si, pero si se muere es que usted no hiso nada…!!! Gimoteo la esposa
- ¿Mi culpa?  - Insistió el médico-  ¿Qué no hice nada? Culpa es de ustedes, de todos ustedes, que dejaron que este hombre se consumiera en su vicio y no hicieron nada y hasta le arrimaban su veneno…  La sala de espera  fue invadida por el  silencio frío que se siente cuando el medico  habla firme y conciso,  que obliga a ser escuchado porque pronuncia duras verdades que la familia no quiere ver
- Porque estamos de acuerdo - prosiguió el medico - que esto es porque aun hace 15 días, cuando lo di de alta se le indico que no tomara, y viene rezumando en alcohol… a ver ¿Quién le compro las cervezas?
El hombre que hace un momento estaba agresivo  solo apretó las manos y bajo la cabeza y el Dr.  concluyo…
Porque el que se las compro, ese, ese es el verdadero asesino del señor… ¿a poco no sabía que no debería tomar alcohol?
El familiar se llevo las manos al rostro,soltó el llanto  y exclamo
Solo quería pasarme un buen rato con el… no  creí que le haría tanto daño…

lunes, 18 de marzo de 2013

LO QUE OCUPE PARA PAPA…



- ¿Entonces no va a operar a mi papa?...
Le pregunto suplicante la mujer al Dr. L.  
El Dr. X nos dijo que usted ya sabia y que él iba a  estar en la cirugía, que si  le ponían la válvula a mi papa, iba  a ser el mismo de antes… Doc., si es por dinero, aquí le traigo las escrituras de una casita que tengo… no tenemos mucho, pero por papa, lo que sea… 
Los demás familiares,  que acompañaban al anciano, asintieron en la aseveración de la mujer… 
- Lo que queremos es que papa este mejor …
Corazón, entiende... -la interrumpió el médico, siendo lo mas delicado pero convincente posible, sabiendo que a la gente que quiere a sus viejos no entiende razones, y menos cuando se les niega lo que ellos esperan como una cura milagrosa:
 - No es por el dinero, tu papa no necesita esa cirugía, hágale lo que se le haga el daño ya está hecho y con válvula o sin válvula no va a cambiar su estado… tu papa deambula, come, va al baño solo, se vale por si mismo… a los 80 años, que se le olviden las cosas y actué como  lo hace es lo esperable, den gracias a dios de que se vale por sí solo y disfrútenlo mientras lo tengan…  quien se los opere les está haciendo mala chamba… y es una cirugía riesgosa, no son enchiladas… puede que no aguante la cirugía, se infecte, le dé u paro, … yo, no sé los opero...
Y se reclino hacia atrás en su sillón de escritorio, haciendo una mueca, viendo la decepción y molestia de los familiares que acompañaban al paciente, que hasta este momento no había participado en el dialogo 
Los familiares se miraron decepcionados los unos a los otros…
Bruscamente el doctor se inclino hacia adelante y se dirigió al paciente, al reparar que no se le estaba tomando en cuenta
-¿Cómo ve don Panchito, lo operamos? 
Pregunto el médico al delgado hombre que  sentado  frente a el, estaba expectante,  con los brazos cruzados, escuchando la conversación… el anciano se quedo pensando y abriendo los brazos exclamo… 
-Pos, yo no quiero… ni sé porque me quieren operar!! el otro doctor dice que es necesario, usted dice que no... vaya dios a saber!!
E hiso un ademan de aquellos que hacen los mayores cuando ya se fastidiaron en señal de que ya no les importa, termino diciendo:
-Hay hagan conmigo lo que quieran, total...
El médico asevero: 
-Todo está dicho… el paciente no quiere, ademas de  que no se requiere, así que no hay nada más que decir.
De mala gana la familia abandono el consultorio… 
Pasaron los días y el médico daria por finiquitado del incidente…
Meses después fue invitado por un colega a una reunión en una finca campestre 
Y esta We´ ¿de dónde? 
- Pues, fue el pago de una cirugía de un paciente. Ah!!  Que por cierto, tú no quisiste operar… 
Preocupado inquirió el Dr. L
- ¿Y cómo está el paciente?
-Pues de la cirugía salió bien, pero agarro una infección intrahospitalaria… ya sabes, así son los viejitos… a los tres  días se murió, y pues, no les iba a regalar la chamba… ‘ta padre la casita, ¿vdd?
Decía el cirujano mientras apuraba un trago a su chela bien helada…

miércoles, 13 de marzo de 2013

Que me manden a la mesa del rincón…




Abotagado, descuidadamente vestido con  chamarra vaquera, camisa con el cuello nejo y un raído pantalón de mezclilla y con unos  kilos demás, no lo reconocí de inicio: Su otrora melena roquera era cosa del pasado, ahora lucia un scalp adornado con un par de cicatrices,  recuerdo de viejas batallas al calor de algunas copas; sus ojos apenas se entreabrían por lo apupujado de sus parpados  y su piel cetrina adolecía de pulcritud.   

Me lo tope en una de esas calles de mala vida y mucha muerte, que por azares del destino tuve por error que transitar… me salió al paso y con un efusivo  ¿qui’hubo? tan suyo, tan festivo, tal como cuando te saludaba al recibir guardia en los tiempos de su gloriosa juventud, cuando era acertado, critico mordaz y hábil clínico de x subespecialidad, pero que ya desde entonces, ocasionalmente percibíamos el estigma etílico que evidenciaba  sus noches de juerga…

- Cosas de jóvenes, ya se le pasara¿Quién no ha llegado así? Mientras que no la cague, todo esta bien… - alguna vez un superior asevero…

Tarde una milésima en conectar mis ojos con mi corteza frontal, porque no espere  toparte por  esos rumbos olvidados de dios, a alguien  que en su momento me enseño,  me  inspiro respeto, me brindo apoyo y una amistad desinteresada durante la formación de la residencia… y menos topármelo en esas condiciones…

Sobrevino el abrazo y el tufo del “don Bucho”  me golpeo el rostro… platicamos brevemente  de lo que se platica en esos encuentros: me conto que trabajaba de medico general en una “fundación de beneficencia” de esas donde cobran a 10 pesos la consulta y ve un chingo de gente, que había que hacerle la lucha  y que ya no le deban chamba en los hospitales  "porque no se prestaba a tranzas", que ya sabia yo que él era muy buen medico , que le tenían mala fe, que nadie lo quería recomendar ni dar cartas de recomendación  y que eran muy quisquillosos, por lo que mejor dejo su subespecialidad para ayudar al prójimo

Terminamos por prometer  que a nos veríamos incumpiblemente pronto, para tomar unas cervezas y ponernos al día y casi para concluir, con su voz aguardentosa  sugirió:
A ver si platicamos, para que me prestes tu consultorio algún día de la semana…  y agarrar nos centavos…  balbuceo bajo los influjos del espiritual brebaje que tomaría minutos antes…
- Es que comparto con mi esposa el consultorio…  tartamudee 
Si, ya se… bueno gracias… nos estamos viendo…  y se dio la media vuelta… y  desapareció dentro de un bar tal cual apareció…

domingo, 3 de febrero de 2013

Ni que tuvieras tanta suerte...!!


El cobro en otra forma




-          ¿No habrá  otra forma de  que cobres la consulta?

Me soltó de golpe y porrazo, haciendo énfasis en el “otra forma”, aquella paciente  ya conocida en el consultorio de varios años, los suficientes como para tenerle consideraciones especiales… le había pedido a su  hijo adolescente que se saliera del consultorio y se cambio a la silla mas próxima. 
Era una de esas pacientes que aunque ya madura, cuidaba de verse atractiva y conservaba cierta coquetería “inocente”... 

Durante la consulta,  no paro de  acomodar, distraída, la entallada blusa,  jalando  de las solapas el cuello, pronunciando más sus notorias curvas…

-    Ejem… -  atendí a contestar de inmediato, puse mi cara de extrañeza y le pregunte

-  ¿Cómo dice?

Hay doc! – e hiso un histriónico movimiento inclinándose hacia el escritorio mostrando mas de lo que debía a travez del prolongado escote 

 Por favor no me rechaces lo que te voy a proponer, para mi también es difícil  - me contesto... te aseguro solo esta vez, no te voy a causar problemas... no te lo vuelvo a pedir... ademas...  hiso una pausa, de esas que sientes que escurre la gota de sudor por la frente  y me prepare para lo peor

-   Vengo preparada… 

Sentí que la cara se me ponía pletórica mientras la mujer ponía su "inocente"  cara de apenada  y metía las manos a su bolso - tenemos años de conocernos y me da un poco de penita proponértelo… pero estoy muy necesitada y mi a ex no lo he visto en dos meses… y  yo tengo que cubrir mis necesidades...

Confesare que en ese momento ya pasaban por mi mente un sinfín de situaciones, propias de la imaginación del sexo masculino...

Abrupamente saco del bolso, un fajo  de pequeños papelitos de 12 x 8 cm

-   ¿te puedo pagar con bonos de despensa o vales de gasolina? ...o de plano ¿me esperas para la quincena?

A veces uno oye lo que quiere oír y la imaginación hace lo demás… 

Esa semana mi carro no paso hambres… 




martes, 8 de enero de 2013

¿NORMAL?



Era una de esas tardes de 20 pacientes y la consulta fluía  como dios manda… cosas leves, banales, cosméticas, botox… un buen día de divas… ¿Qué podría bajarme de la nube donde estaba? Sin embargo, la tarde cambiaría de color al tratar a la paciente  que ahora les contare.
La asistente ya me había dado a entender que me iba a sorprender…
Ahora si doctor, para que desquite - Tomándose las licencias que las asistentes ya entradas en años se toman
No sea grosera, andele paseme al paciente - y me pregunte - ¿Qué puede pasar por esa puerta que no haya visto ya?  -  sonreí para mis adentros…
Con sus 120 kg, la adolescente no quiso sentarse en las   modernistas sillas del consultorio
Así estoy bien - se atrevió a decir… 
El motivo de consulta: cuello obscuro y caída de cabello
El habitus de la paciente era de libro: vello facial, severa falta de pelo, simpática y chapeada  cara de luna, obesidad central, jiba,  cuello, axilas y demás pliegues obscuros, como percudidos y de textura aterciopelada; bajo la blusa  asomaba un panículo adiposo exagerado surcado por estrías violáceas y un sin número de moretones en diferentes estadios en los brazos… (Colegas médicos ya hicieron diagnostico ¿vdd?)
Al interrogatorio refirió mucha sed y que iba al baño a orinar con frecuencia
 – Es bien miona y deja el baño oliendo a agrio, como a vinagre -  comento la madre, además  de referir que a partir de los 10 empezó a subir de peso, pero que  no comía mucho, que se cansaba muy fácil; que cuando hacia corajes le dolía la cabeza  y le sangraba la nariz  a cada rato y que por eso no le decían nada… Que era muy irritable y que no quería ir a la escuela porque se sentía fea… y que se preocupaba por todo, que era muy ansiosa…
-Y para colmo aun no es señorita Dr.… esta chiflada, nomás que le baje y todo se le arregla…eso me han dicho…
-¿Y que le han dicho los otros doctores, porque  la consultado antes de esto?
- Que es NORMAL… que así es ella… que come a escondidas y que por eso esta gorda, que quiere llamar la atención  y que  me extraña que este gorda, si en la familia todas estamos en “buenas carnes”… y nomas le mandas unan cremillas para el cuello y shampoos pero  nomás no veo resultados…  pero a mi me  me preocupa que se vaya a quedar pelona y que crean que no se baña…
- ¿Y usted que cree?  - le pregunte a la señora, intrigado de porque ante tan florido cuadro,  no hubieran  hecho algún estudio….
- Pues si dicen los doctores que es NORMAL, pues yo que se… además pues si ella quisiera no estaría así… y si es normal,  pos que le vamos a hacer…
-Y ahora anda diciendo que no ve…  por eso anda toda moreteada… comento la tía que las acompañaba
- Es que no veo a los lados - interrumpió la niña – pero no me cree… y yo digo que estoy enferma y me voy a morir bien pronto, pero los otros doctores dicen que no, que soy normal…  nadie me hace caso y yo ya me canse…

Tristemente, la escuela no nos hace humildes y si  ante cuadros tan evidentes, no somos capaces de reconocer lo normal de lo que no lo es, y de no tener idea de que tiene el paciente, no tener la capacidad de decir "no se" y referirlo a otro nivel ¿Qué será de los signos y síntomas sutiles?

 ... Asi, los pacientes pasan de consultorio en consultorio hasta que alguien le “atina” o definitivamente el paciente deja por la paz la búsqueda de su salud …"al cabo, es normal, y si lo dice el doctor, pues así debe de ser"

El diagnostico final fue Cushing. Tenía un adenoma hipofisario de 1cm diámetro… pero ya todos lo sabiamos... ¿vdd?

viernes, 28 de diciembre de 2012

O COOPERAS… O CUELLO!!!



Las manifestaciones de pudor y el exhibicionismo, por descuido y otras con toda intención  son en el consultorio situación de todos los días. Se que a las doctoras les pasa, pero con menos frecuencia que se les pongan  bravos los pacientes hombres, pero a los medicos varones, al menos nos ha pasado alguna vez, que la paciente confunda la razón de su consulta ¿que no?

En lo personal, me ha tocado desde la paciente recelosa que no quiere mostrar una roncha en abdomen porque le da pudor, a la paciente que cerrando la puerta del consultorio se pone demandante en cuanto a la resolución en sus  dolencias  (lease la que no te dice "hola", te dice“right here, right now!!”)
belleza

De mis más recordadas experiencias y que cuento con un dejo de picardia , pero también como ejemplo de que suceden situaciones que salen de la norma ...  y es que la chica de esta anécdota, que era familiar de cierto influyente de la ciudad con bastante mala fama,  se puso bastante intensa... en la cuarta década de la vida, muy bonita, de buenas formas y buen trato, pero casada con un hombre ya entrado en muchos, muchos años, siempre llega emperijoyada y con guarura, ... total la mujer consulto, y afirmo "sentirse en confianza"  y que solo en el consultorio no tenia pegado al mal encachado guarura (muy poco agraciado, por cierto) que le imponía su esposo ...   para evitar que eso avanzara, intente el truco de la puerta, pero  yo abría la puerta del consultorio y ella se paraba y la cerraba, y ahí, en su juego, entre  de que se le caía el pelo, que si que crema se ponía y "me encuentras atractiva"  y "que hacemos ahorita…" 

Y yo a abrir la puerta y ella a cerrarla… 

En ese entonces, tenía como asistente a un medico joven.

Cabe aclarar que soy abiertame lesbiano (porque luego andan con sus cosas de que dermatologo, y que si le sabe al maquillage y asi...), pero me apego al viejo dicho “no hagas  popo donde comas

Ya era tan incómoda la situación con la susodicha, que ya en las 2 consultas previas tenia actitudes poco pudorosas,  que tuve que confrontarla:
- Mire, que no podemos más que tener una relación médico-paciente 
A lo que la descarada me contesto: 
- Pues yo quiero algo mas y si no, pues voy  a decirle a mi esposo que te me insinuaste ...
Entonces en un destello de luz, se me ocurrió contestarle:
- A que terca eres mujer, yo no te sirvo para lo que quieres ¿no te das cuenta porque te rechazo?  
La mujer puso una cara de interrogante  y pregunto, frikeada:
-¿Porque? ¿No soy bonita, ¿Te parezco muy vieja? 
- No hermosa, estas como las recetamos los doctores, cualquiera quisiera contigo y no perdería la oportunidad, pero no son mis gustos
La mujer se quedo con los ojos cuadrados, y proseguí 
- ¿Qué no te das cuenta que tengo de asistente a un muchacho? ¿Por qué ha de ser?...
La azorada mujer se puso pálida ante la “revelación” ..., cruzo los brazos, cerrando su escote y cruzando las piernas,   
- Discúlpame, discúlpame, no quería molestarte, es que tú sabes… ¿si me entiendes?… discúlpame manito… 

Se paro, salió del consultorio y le pago a la asistente la consulta… no volvió a el consultorio, sino unos meses después, a tratarse con alguien “de confianza” unas “bolitas blancas, chiquitas” que le habían salido después de ir a Can cún con unas amigas…