Sucede que aveces, somos juez y parte cuando atendemos a nuestros congeneres, mas cuando son desvalidos o se encuentran indefensos, sobre todo en esas horas altas de la noche donde lo mejor y lo peor de la naturaleza humana aflora ... y lo mas penoso que los espectadores no tenemos la valentia de detener el escarnio amedrentados por jerarquias o sedados por la rutina...
Cállese! No sea chillona, ¿apoco
así lloraba cuando estaba con el fulanito?
- le indico la enfermera en
la sala de partos a la jovencita que se contorsionaba de dolor ante las contracciones
de su prematuro embarazo, justo cuando le canalizaba una vena en su púber
brazo…
A esa edad debería de estar
jugando con muñecas y preparando su quince años, no metiéndose con hombres…
- Comentaron entre si la circulante y la enfermera de piso; su comentario fue lo
suficientemente fuerte para que se escuchara en la fría sala de expulsión; los
presentes, algunos estudiantes y un residente, hicieron una pausa de silencio y
la paciente gimoteo como una niña que hace puchero cuando pierde algo que sabe
no va recuperar…
Yo quería mi vestido de quinceañera
y mi fiesta…
balbuceo la paciente mientras le lavaban la espalda para
aplicarle la “raquea”
Pero mira donde terminaste
– le recrimino la solaz enfermera
No se puede andar en misa y tronando cuetes hijita,
a tu edad… Seguia la enfermeda de mal modo haciendo lo propio de donde seria puncionada la espalda de la mujercita, para anestesiarla y hacerle menos doloroso el trance.
Asi, desnuda ante los hojos de muchos desconocidos, hecha ovillo, la niña dejaba caer sus lagrimas y alcanzo a balbucear, antes de que la fria aguja de la raquia fuera torpemente aplicada por el anestesiologo en ciernes
Es que yo no quería…
-Apreto los ojos, los dientes y las manos reprimiendo su expresion de dolor, mientras la aguja penetraba una y otra vez entre sus vertebras.
- Sin voltear a ver, como quien se mantiene su distancia al hacer algo que no quiere, pero debe hacer (debe ser molesto trabajar de noche y mas por mocosas que andan jugando a ser mujer...) la enfermera prosiguio su sermon:
Si, así dicen todas ...
- Los presentes se miraron unos a otros, siguiendo el
desarrollo del dialogo enfermera-paciente, como quien presencia una rutina histriónica :
Es que no sabe… el que iba de
chambelán y un primo de él, me abusaron donde ensayábamos las coreografías…
- La chiquilla interrumpió la frase con un quejido de dolor, al ser sorprendida
por una contracción…
Yo no andaba de “wila”, yo quería mi fiesta
de quince años…
(la historia sucedio hace muchos años,
cuando estudiante,
pero se de buena fuente
que con frecuencia se repite.
Mea culpa ...)