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miércoles, 5 de marzo de 2014

Carta de un médico a un paciente enojado


Estimado paciente:
EL día de hoy no ha sido bueno. Te disgustaste porque no estuve para ti, al momento que lo necesitabas. Esto me contraria y me pone a meditar acerca de algunas situaciones que pasan en la consulta en forma cotidiana en relación a la agenda, el tiempo que se le dedica al paciente y los asegunes que se suscitan…
Si bien es cierto quedamos que te vería  fuera de mi horario habitual de trabajo, ya que tú no puedes acudir debido a tus múltiples ocupaciones, dicha cita no la confirmaste como quedaste, ni verificaste que yo supiera que si asistirías. Solo se te ocurrió que yo estaría para ti, fuera del horario habitual y que dentro de mis ocupaciones, estaría al pendiente de tu asistencia, si es que decidías ir. ¿No se te ocurre que tengo muchas otras cosas en la cabeza como para acordarme de un paciente que vi una ocasión hace tiempo y ahora me escribe un mail para ver si lo puedo atender y que  también que tengo una  vida fuera del consultorio? esperas que yo me acuerde de su cita, pero tú no confirmas oportunamente…  

Acordándome de tu mail, te espere. Me quede media hora fuera de mi turno, además de 15 minutos más para darte oportunidad a  llegar y no llegaste, bueno, si llegaste, pero 25 minutos después de tu cita pactada, que no confirmaste¿Cuánto crees que debía esperarte más?  Ciertamente a los 10 minutos de  retraso llamaste de “que ya ibas para el consultorio”  pero nunca mencionaste si tardabas dos, cinco o treinta minutos, ¿Qué te hiso tardarte? ¿Era justificado que te retrasaras? ¿No era urgente que te viera?  ¿No era tal la prioridad de tu salud que deberías de dejar lo que estás haciendo para acudir a tu cita?... entonces,  no era urgencia que te atendiera, era comodidad de ser visto cuando tenías menos ocupaciones… es decir: yo sí puedo retrasar mis actividades, pero tú no puedes suspender las tuyas en pro de tu salud y llegar puntual a la cita.
Ten en cuenta que retrasar el momento de la consulta, los problemas de salud siguen evolucionando, presentándose  después el agravamiento del cuadro y necesidad de ser visto “con urgencia” (si tus actividades te lo permiten, claro)… y resulta que el medico es el culpable, por no date espacio en su agenda…
A fin de cuentas, de esto vivo, No tengo un sueldo, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni seguridad social, por lo que debo de cuidar a mis clientes y tolerarles muchas informalidades.
Al igual que tu, muchos pacientes piden cita urgente… sin embargo estarás de acuerdo  que las urgencias se atienden en urgencias, pero como haya sale caro, mejor vas a consultar a la oficina, donde obvio, quieres ser visto ya, sea válida tu urgencia o no.
El tiempo no lo puedo duplicar, pero ¿Cuánto crees que sea conveniente en tiempo para que un médico te interrogue, te revise,  haga un juicio clínico y razone los que va a recetarte, te lo explique, haga la receta y la nota del expediente? Las autoridades dicen que 15 minutos, yo pienso que debería de ser una hora,   pero para fin práctico lo cerramos en 30 minutos.  Trabajando 8 horas al día debería de ver 16 pacientes diarios por simple aritmética. Los espacios en agenda se van llenando, (porque algo hemos de estar haciendo bien o a lo mejor no hay otra opción)  y si me pide cada paciente verlo lo más pronto posible (léase ya)  por ser  “urgente”, solo me quedan 3 cosas por hacer:
1.- o empalmo pacientes, con la consecuente disminución de tiempo para dedicarle a cada uno, lo cual nadie está dispuesto a dar su tiempo por otro paciente… todos quieren sus 30 minutos… y yo me tengo que chutar la cara de cada paciente al que tengo que recortarle el tiempo para verte o bien disculparme por el retraso consecuente de verte intercalado.
2.- o te agendo otro día, lo cual te incomoda porque tú tienes urgencia en ser visto
3.- te veo fuera de turno, pero ¿estás dispuesto a pagar por ser visto a deshoras una tarifa mayor? No verdad. Entonces ¿qué me motiva a verte fuera de turno, por un mismo precio de una cita normal y además llegas tarde? En Estados Unidos se contempla que se cobre si es fuera de turno,  y seguramente no te atenderá el mismo médico, además se cobran las consultas por teléfono y el medico tiene cierto límite de pacientes que puede ver por cartera de clientes al día, para evitar errores y la fatiga de juicio…
Me reclamas que no te puedo ver urgente que hay que posponer cita por 2 a tres días, bueno ya te explique algunas de las razones. Sin embargo también se te ofreció ser visto un día anterior, cita que cancelaste justo unos minutos antes de la hora, con lo cual yo me perdí de comer con mi familia, porque la agenda se modificó para ti (Para ti son importantes tus negocios, para mí, mi familia).
La problemática del horario  y las disponibilidad de citas en las que el paciente es atendido, se agrava con la informalidad de los que llegan tarde a su cita, lo que no solo trastorna la agenda del consultorio, sino la de cada paciente que está agendado después del impuntual, y al día normalmente son dos a tres los que descuadran la fluidez del día, y claro hay que atender a los impuntuales amablemente. También el ausentismo de los pacientes (que como comente, de esto vivo e impacta directamente en mi bolsillo y el bienestar de mi familia) que no tengan la cortesía de avisar que no podrán asistir con tiempo, para poder dar la cita a otro paciente, claro que no me es nada simpático. ¿Cómo esperas que te vea sonriendo la siguiente vez que vas al consultorio, si me hiciste perder tiempo y dinero y le quitaste la oportunidad a otra persona de ser atendido?
Pero el colmo, es que te desquites con la asistente, ya que en todo caso ella recibe indicaciones mías.  Y después de vociferarle, a mí me hablas muy políticamente. Toma en cuenta que llegaste tarde por tu culpa, por tus circunstancias  y falta de previsión del manejo de tiempo. Ok yo debía de estar allí si ya habías avisado que ya ibas, pero  ¿Cuánto crees que debía esperarte? ¿No consideras irrespetuoso que alguien te dé de su tiempo y llegues tarde? Y respecto a tu molestia… tu tiempo es tan importante como el mío… técnicamente, me debes los honorarios de dos consultas pues fueron dos días los que dedique tiempo para ti y no acudiste, cuando pude dedicar ese tiempo a otra actividad u otro paciente.
¿Te molesta que no te haya visto?
A mí me molesta haber estado esperándote inútilmente y perder 45 minutos de mi vida en nada productivo.
Enójate contigo… que el que llego tarde a la cita, fuiste tú.
Sé que  eres persona culta y podrás, sin resentimiento, obtener alguna idea de las líneas que te he escrito.  Y si tienes a bien, platicamos de otros temas respecto a la relación médico paciente. Hay muchos asegunes y claro esta podemos dialogar y sacar algo de provecho de esta mala experiencia.

PD mi política es que si yo llego tarde o me retraso, siempre me disculpo y hago descuento de consulta o se da la consulta de cortesía según la severidad de la tardanza. 

viernes, 28 de junio de 2013

Como te ven…

“Por tus vestimentas te juzgaran…”  reza la oración de Esculapio a su hijo, perdiéndose en el tiempo sus orígenes, pero más actual, no puede ser…


Muchachos, la medicina debe de ser holística – sentenciaba el maestro, mientras se paseaba por las filas de el auditorio, siempre con el ceño fruncido, siempre exasperado… deben de ver al paciente como un todo, como persona, como enfermo, como ente biológica, como miembro de una sociedad… 


Su figura desaliñada, su mal proporcionado fenotipo, que hacía que no le sentara bien su atuendo, su escaso cabello relamido tratando ocular su andrógina alopecia y su particular forma de hablar, ahogada, ronca, hacían de él objeto fácil de los chistes fuera del salón y dentro de él, siempre estábamos conteniendo la carcajada, ante lo que considerábamos una figura caricaturesca,  para muchos carente de valor,  frente a sus contraparte bien vestidos colegas, mucho más agraciados físicamente, pero menos comprometidos con la enseñanza…

Este es el catéter de Swan-Ganz… ¿lo conocen?  - saco un catéter usado aun con restos de sangre, envuelto en una bolsa trasparente, de su descuidada y sucia maleta de piel… ¿para qué sirve? … hablaba mientras sacaba de su envoltorio al artefacto, mostrándolo a los alumnos como quien muestra el santo grial... ni uno atino a decir nada… El maestro rebufo  ahogadamente ante la indiferencia de el auditorio, como siempre, un auditorio apático,  hostil y  ensimismado… El maestro  se llevo la mano a atrás de su cabeza y tallo  con fuerza, con desesperanza, como aquel que espera enseñar mucho y no tiene tiempo … ni foro que le escuche

En los pasillos de cirugía como pocos de los profesores lo hacían,  se le podía ver a fuera de su turno de academia, obsequiando su tiempo, explicando radiografías y escuchando conclusiones, disertando teorías de la patología, siempre exigiendo más a sus grupos…  “no puede ser, usted es un privilegiado alumno de cuarto año, ya debería de saber esto, es su deber leer mas allá de su libro de texto…” recriminaba a los estudiantes cuando preguntaba cosas que a su consideración ya debían de manejar… y siempre terminaba  la sesión rascándose la nuca… un poco mas incomprendido por sus alumnos, que aseguraban el maestro “se la bañaba” con sus preguntas… 

Muchas historias se decían, que si era un desheredado del sistema, un genio incomprendido venido a menos o un excéntrico cirujano que no sabía de qué lado masticaba la iguana… y claro, el “feito” de cirugía por ser el que exigía diéramos más de lo dábamos… 

Solo sé que la mayoría que tomamos clase con el, no lo aquilatamos cual debimos…


Ahora muchos entendemos, tarde, que la medicina debe de ser holística y que debíamos haber  leído más allá del libro de texto…

(Con todo respeto a quien nos enseño cirugía mas allá de nuestra juvenil negligencia académica y quien opine lo contrario, puede ir a Chihuahua a un baile...) 

viernes, 14 de junio de 2013

Malas noticias...

Por mas años de estudio y experiencia nunca estas suficientemente preparo para enfrentar ser el portavoz de la sentencia...

Sentado en la silla del sobrio consultorio particular, aquel alto y moreno trabajador de la construcción, vestido con su ropa de faena color caki, maltratada pero pulcramente aseada, mantenía sus lustrosos zapatos de trabajo bien plantados sobre el piso; observo como el médico contraia el  grueso entrecejo forjado por las horas de concienzudo estudio y de como apretaba los dientes  y fruncía la boca al revisar  los examenes que hacía dos meses le había pedido.
Ese gesto lo decia todo... 
 Los estudios los llevaba hasta ese dia  porque no había podido juntar lo necesario, por otros compromisos de pagos de la vida diaria… 
Solo, sin que nadie lo acompañara para no preocupar a la familia, acudió a recibir las noticias que le marcarían el sendero por el que transitaría su ahora depreciada existencia.
El hombre había comenzado con una fatiga inusual, se le caían los objetos y  presentaba un tic que hacia reír a sus nietos. Cuando comenzó a tropezarse y a batallar para hablar decidió ir a consultar.
Múltiples diagnósticos, tratamientos, estudios y cientos de pesos gastados porque en su servicio médico no salían de su diagnóstico de "fatiga crónica" , "cosas de la edad" y “usted quiere incapacidad”, le llevaron con aquel  novel médico particular que estaba de moda por lo acertado de sus diagnosticos, buscando alivio a su cansancio y torpeza…
Entonces ¿es la enfermedad que usted me dijo, la del beisbolista…? – se atrevió el hombre a pronunciar, rompiendo el sórdido silencio que mediaba en la habitación.
Como la “enfermedad del beisbolista” a la que se refería el hombre, es la enfermedad de Louis Gehring, exitoso pelotero que trunco su carrera por presentar ESCLEROSIS LATERAL AMIOTROFICA o  por sus siglas “ELA”, enfermedad degenerativa neuromuscular que ocasiona parálisis progresiva hasta la total minusvalía conservando solo los movimientos oculares, y por ende, cruel de inicio y mortal de necesidad… y que solo escuchar esas tres letras “ELA” crispa a los versados en el tema.
El otrora omnipotente  galeno, sentado en su majestuosa silla, desde donde momentos antes creía jugar a ser dios al creer dar salud o alivio a los achaques y disfuncionalidades de los que a él con fe acudían por ser públicamente sabido que era atinado en el diagnostico y contundente en la terapéutica, no pudo más  que tragar saliva,  lo que le causo un profundo y agudo dolor en la garganta… y en esa fraccion de tiempo, ante la imagen que se presentaba ante él, la de una gallarda y inexpugnable  atalaya que se derrumbaría  no ante sus enemigos, sino por algo que no pudo prever: su propia manufactura, persibio lo crudo de su propia naturaleza: humano, imperfecto, finito.    … y que ni él ni otro poder sabido en la tierra, podría detener la progresión de la enfermedad en un hombre que por demás estaba sano.
- Si. 
Contesto desde lo más profundo de su silla, asintió con la cabeza y guardo silencio, mientras su estomago le quemaba, el corazón le latía a mil y por poco libera una lagrima de esas que son por coraje, impotencia y dolor ajeno… El y su ego, se fueron haciendo pequeños en esa majestuosa silla… 
Asi, súbitamente, era de nuevo un simple mortal.
El silencio se hizo denso, sepulcral  y los segundos pasaban marcados por el reloj de pared escuchandose  como martillazos en cantera...  El bullicio de fuera del consultorio ponía toque bizarro a la situación, diciendo “la vida continua, y el tiempo se va”
El paciente, en su posición de hombre recio, inquebrantable "tal cual debía ser ...", comprometido  proveedor y cariñoso cuidador,  pudo sentir la empatía y pesadumbre de su médico (antes tan distante y ahora tan cercano a su tragedia),  comprendió que sus sentencia estaba dictada, cerro sus  obscuros ojos, hecho la cabeza hacia atrás y exhalo un suspiro, tal cual lo hacia para reposar unos segundos en los dias de mas pesada faena en su duro trabajo...
Pasaron unos segundos más y  el intercomunicador quebró el silencio para informar que seguía otro paciente…
El paciente recupero su postura y bajo la cabeza, su frente revelaba, a pesar del aire acondicionado del consultorio, un leve roció de sudor.  Mirando al piso y manteniendo fuertemente  apretadas sus rugosas manos sobre las rodillas  , no pudo mas y dejo escapar un par de pesadas lágrimas…acto seguido con el dorso de la siniestra retiro  la evidencia húmeda de su realidad y exclamo:
-Usted disculpe...
El medico torpemente atino a extenderle un Kleenex
-Entiendo - prosiguió- Mi hija me leyó al respecto en Internet... ¿Que sigue doctor?
¿Cuándo me voy a morir?



lunes, 13 de mayo de 2013

Herencia


El viejito y la pistola

El Sr. Ayala,  octogenario hombre, bajito y calvo, que tiene la mirada dulce de aquellos pocos hombres  que sin pretensiones, han vivido de forma humilde una buena vida, tomando las cosas como vienen, se veía ese dia algo emocional, tal vez inquieto, llevando un paquete que abrazaba como un niño a su juguete más querido,… ese día no acudía  solo por saludar, como lo hacía al menos  una vez al mes… 
dermatologo cantu anecdotas historias

Algunas de esas veces me traía a enseñar algunos objetos raros, de esos que los abuelos suelen guardar: fotos, libros, medallas de la guerra, balas antiguas… o veíamos en internet videos de las guerras, de armas y de la historia en general… siempre eran amenos esos 10 a 15 minutos…
Después de los saludos y de ponernos al día de la inseguridad, de política, de su próstata y de la salud de la familia, me sentencio:

No se vaya a ofender doctor, pero le voy a dar una objeto que es de mucho valor para mí-

Metió la mano ceremoniosamente  en la bolsa cartón de medio uso, saco una franela roja y de ella  lentamente desenvolvió  un estuche de piel, y ante mi asombro, saco una pistola plateada, finamente labrada y acerada, que dejaba ver su antigüedad,  pero esmeradamente cuidada.
Sorprendido le cuestione
 -¿Y eso?
-Es para usted, no me haga el desprecio
-Híjole don, pero es  demasiado, no puedo aceptarle este regalo, es un arma de colección, debe de costar mucho…
-Si doctor, debe de costar x cantidad, ya las he visto en el internet… por eso se la quiero regalar a usted… me contesto  el anciano- me lo regalo mi abuelo…

Cuando tenía 15 años, su papa lo saco de la escuela y lo puso a trabajar, ya que “ya era hombre”, lo que le trajo mucho pesar… su abuelo, al verlo acongojado y ante la injusticia,  le llamo en privado y le dijo – “te voy a dar algo que mi papa me dio cuando deje de ser niño, lo había guardado para ti y este es tu momento” y de un estuche al fondo de un desvencijado ropero saco el mismo paquete  que traía el sr Ayala  el día de hoy…

Me conto que su bisabuelo fue quien la trajo de España y que había luchado con los franceses cuando el Káiser Guillermo … así que tiene tiempo  y tiene mucho valor sentimental, dijo entrecortado -pero ya soy mayor y pues no quiero que cuando yo falte, se quede arrumbada… y yo se que usted valora estas cosas y la va a cuidar… y dejo correr una lagrima de uno de sus ojos azul profundo… no tengo a quien dejársela, y no me gustaría, usted sabe… la usaran mal o no supieran lo que significa… enjugándose las lagrimas, acaricio las cachas y el cañón del arma y a continuación  la deposito en mis manos
 – Por favor no me haga el desprecio…

Conservo esa arma en mis artículos personales, recordándome que a veces, en nuestro trabajo, nos volvemos parte de la familia de nuestros pacientes, y algunos de ellos, trascienden en tiempo y espacio a través de nosotros… y pienso, si algún día tengo un hijo, heredársela y contarle del señor Ayala, el hombre calvo de pacifica mirada y de su bisabuelo, el que lucho contra el Káiser…

domingo, 17 de febrero de 2013

Cuidar los centavos…


Llego aquel día a la consulta una distinguida y madura mujer, y al acto la reconocimos: ademas de esposa de galeno, su porte y donaire dominaban cualquier sitio donde su persona hacia presencia… 

Qué pena, un problema banal, mire usted… - se descubrió los pies, sacándose los zapatos Adolfo Dominguez, de esos que solo salen en las revistas de pasarela... – ya  he llevado tratamiento y no veo mejoría

No se preocupe -  la interpelamos – usara  x producto por "x" tiempo y la veo a revisión en 45 días… 

Después de las preguntas de cortesía de "¿cómo está el doctor?" y demás charla banal mientras se le llenaba el expediente y la prescripción,   se le extendió la receta y el  ticket para la  recepcionista, habiendo marcado el CORTESÍA FAMILIAR MEDICO, y le pedimos lo entregara a la señorita de la recepción.

Pero la mujer, sin mediar modales, con cara de sorprendida al ver que le entregaba un “ticket” pregunto:
-   ah… ¿es lo de tus honorarios?
-   Si señora, solo se lo da a la recepcionista y es todo por el momento.
Con un gesto de disgusto, lo arrebato de mis manos, se paro y sin despedirse salió de el área de consulta para dirigirse  a la recepción, sin siquiera ver lo escrito en el ticket…

Momentos después, entro la recepcionista y me comento:
Dr. la señora está muy grosera, me aventó un billete de mil pesos y el ticket; me pide factura pero que es “cliente de convenio” que le haga el descuento de lo que le voy a cobrar… pero es familiar de doctor, según usted marco en el ticket,…  y concluyo diciendo: y a ellos no les cobramos nada ¿vdd?

En vista de la actitud de la mujer  de ni siquiera revisar el ticket, le dije a la asistente: pues cóbrele…

La paciente no volvió, se de buena fuente que fue con otro médico y que le recetaron lo mismo…  pero me queda claro que ejercen el feo deporte extremo de “cuidar los centavos”, ya que regatean  hasta cuando les están dando la cortesía… (que me doy cuenta la dan por sentada, aunque afuera no se merescamos ni un saludo de su persona)

Lastima de porte, en cosas tan pequeñas muestran su naturaleza…

domingo, 10 de febrero de 2013

Ya tengo el poder!!! ...Pues pasa tantito para andar igual...!


Envoltorio verde…
En una de esas guardias de urgencias, donde cualquier cosa puede entrar por el dintel, se escucho fuera de la rampa que accedía a el área de triage, un rechinido de llantas y acto seguido  entro un tipo casi arrastrándose a gatas, desangrándose por un costado resultado un machetazo, a razón de pleito de territorios por narcomenudeo. 
El individuo de no más de 17 a 18 años, delgado y vestido a la usanza “colombian style” se revolvía como gusano y era difícil controlarlo, por lo que lo tuvieron que sujetar entre varios para desvestirlo y ponerlo en condiciones de revisarlo y pasarlo a quirófano.
La enfermería  que se avoco a prepararlo al desvestirle y  quitarle  unas botas vaqueras, en un escondrijo dentro de la misma, encontró un envoltorio de plástico,  y disimuladamente lo escondió en su “cangurera”…
El recién llegado R1 que  observo la maniobra le comento a su compañero residente:
- We, mengana  se clavo un envoltorio que traía el paciente en las botas… ¿viste?
- Oh,   tas imaginando cosas... si ella es bien buena onda… no creo… además ¿Qué pudiera ser? Nel… ´tas viendo cosas, ya andas cansado de las guardias… le sentencio el compañero, mientras ambos procedían a pasar revista de los pacientes
- Como quiera le voy a decir a  “x” que que pex con eso…
En la primero oportunidad que el encargado medico de la guardia  se desocupo, se acerco el R1 y le comento
- Oye x, fíjate que…
El encargado al ver lo que se le avecinaba, atino a decir:
- No hagas pedo, we… - contestó el galeno sin quitar la vista de una biometria recién llegada
-Comentarios como ese te pueden causar problemas… no andes levantando falsos…aseveró
– Aquí en la institución no puedes denunciar a ningún colega… ¿no te lo han dicho?   Seguía revisando los estudios, cambiando rápidamente de hoja a hoja
- Es más, tu pórtate chido y te  arreglamos, nomas chiton… el bato se de de gracias de que le quites el problema… al rato llegan los “judíos” y le ponen una chinga si le encuentran eso…  pero ¿Cuál?… si este We no traía nada!!!… porque nada mas tu viste, ¿qué no?...   Y se retiro mientras seguía el residente parado en sus talones

Como en todo, no hay blanco o negro, hay escala de grises… 
Algunas veces,  algunos requieren un apoyito para resistir  la carga y tedio de las guardias, sobre todo a las 4 de la mañana,  
... y si te portas bien, te convidan.

domingo, 3 de febrero de 2013

Ni que tuvieras tanta suerte...!!


El cobro en otra forma




-          ¿No habrá  otra forma de  que cobres la consulta?

Me soltó de golpe y porrazo, haciendo énfasis en el “otra forma”, aquella paciente  ya conocida en el consultorio de varios años, los suficientes como para tenerle consideraciones especiales… le había pedido a su  hijo adolescente que se saliera del consultorio y se cambio a la silla mas próxima. 
Era una de esas pacientes que aunque ya madura, cuidaba de verse atractiva y conservaba cierta coquetería “inocente”... 

Durante la consulta,  no paro de  acomodar, distraída, la entallada blusa,  jalando  de las solapas el cuello, pronunciando más sus notorias curvas…

-    Ejem… -  atendí a contestar de inmediato, puse mi cara de extrañeza y le pregunte

-  ¿Cómo dice?

Hay doc! – e hiso un histriónico movimiento inclinándose hacia el escritorio mostrando mas de lo que debía a travez del prolongado escote 

 Por favor no me rechaces lo que te voy a proponer, para mi también es difícil  - me contesto... te aseguro solo esta vez, no te voy a causar problemas... no te lo vuelvo a pedir... ademas...  hiso una pausa, de esas que sientes que escurre la gota de sudor por la frente  y me prepare para lo peor

-   Vengo preparada… 

Sentí que la cara se me ponía pletórica mientras la mujer ponía su "inocente"  cara de apenada  y metía las manos a su bolso - tenemos años de conocernos y me da un poco de penita proponértelo… pero estoy muy necesitada y mi a ex no lo he visto en dos meses… y  yo tengo que cubrir mis necesidades...

Confesare que en ese momento ya pasaban por mi mente un sinfín de situaciones, propias de la imaginación del sexo masculino...

Abrupamente saco del bolso, un fajo  de pequeños papelitos de 12 x 8 cm

-   ¿te puedo pagar con bonos de despensa o vales de gasolina? ...o de plano ¿me esperas para la quincena?

A veces uno oye lo que quiere oír y la imaginación hace lo demás… 

Esa semana mi carro no paso hambres… 




sábado, 24 de noviembre de 2012

Una flor entre ortigas...


Duro 14 días. Se  fue tranquila, en paz, sin familia en el fondo de la sórdida habitación de hospital,  pero acompañada por muchos desconocidos que le amábamos en medio de su fugaz vida…
Ingreso con los estigmas propios de su enfermedad, que claro, sin el tratamiento oportuno y adecuado, había consumido su juvenil anatomía. Su belleza, que había sido una maldición y causante de su realidad, aun se hacia presente en su porte y su trato… claramente no encajaba en medio del lugar donde residía…
Le calculábamos 25 años, pero muy seguramente la vida que llevo la avejento y tendría menos, mucho menos... 
Era alta, de grandes ojos gateados, pelo estaba rapado casi al ras pero  insinuaba un castaño claro, vestida con ropa que a leguas se apreciaba era no adecuada para su talla, aun dejaba ver su silueta femenina entre aquellos caquécticos despojos...
Tenia unos modos de pedir y una forma de dar gracias fuera de lo esperable para alguien de condición tan humilde, pero lo que embelesaba era su amplia y sincera sonrisa,  que aun en su agonía,  la muerte no se atrevió a arrebatarle…
-          - Me cuenta mi madrina que me encontraron chiquita en un baldío mientras andaban en las "pepenas"  y me llevaron con ellos, tendría 3 a 4 años… y pues ya sabe, uno tiene que ganarse el pan, así que aparte de pedir en las calles y andar juntando botes, mi madrina me prestaba a sus para que  me “usaran”  desde antes de que me pasara eso que les pasa a las mujeres – y no pudo ocular la ruborizacion   de tratar de esos temas… - y pues ya ve… dicen los doctores que por eso me dio cáncer…
Muchos trataron de compadecerle,  pero ella tenía una entereza y aceptación de su enfermedad que estando en sus últimos días, tenia animo de contar chistes y dar animo las otras enfermas de la habitación… y se atrevió a pedirle un cachito de colorete a una de las enfermeras, para verse decente cuando pasáramos visita…
Cuando le preguntaban por familia, una sombra se cernía sobre ella y contestaba que no tenia a nadie (le confesaría a alguna enfermera que en sueños se veía en una casa grande con un perro y una alberca y un señor que la abrazaba y besaba mucho…)
-          Pero tengo a mi novio, bueno vivimos juntos de hace 4 navidades y el me cuida y me atiende y no deja que nadie me maltrate… es el grandote que viene, el que me trajo flores de contrabando la otra vez y me lee los monitos del periódico, porque el si fue a la escuela y yo no… no pudimos  encargar familia, ya estaría de Dios, luego imagínese, yo enferma así… ¿Qué haría el si hubiéramos encargado familia?
Solo una vez la vi llorar…  confeso que tenia miedo de que la enterraran en la fosa común, y que como su novio no podía verla a diario, cuando muriera no supiera el donde llevarle una flor de vez en cuando…
Varias veces trabajo social la quiso “externar” a que muriera en su “casa”… pues según no había nada que hacerle mas…
-          ¿Cuál casa? yo vivo en mi palacio de cartón…y con este frio… estas mujeres quieren que me muera de  una pulmonía… y soltaba aquella carcajada inocente que irónicamente, hacia que todos también nos riéramos de la situación…
En una complicidad no hablada, los que nos involucramos en su caso (enfermería, residentes, y el externo encargado de la sala) actuamos como un equipo, ya le inventábamos una fiebre o un sangrado con tal de darle 24 Hrs más en el hospital… hasta que partió
Sus últimas horas fueron dolorosas, las metástasis habían invadido su cerebro y sus pulmones, convulsiono y la respiración le era difícil, pero pidió que no la sedáramos ni la entubáramos… en su agonía, a pesar de sus terribles dolores, nunca se quejo… al final, deliro ligeramente, como quien conversa con alguien y señalaba a un lugar en la esquina de la habitación…
Súbitamente su cuerpo se estremeció, callo su brazo al costado de ella y emitió un suspiro, como de alivio… y debió de ser así porque cuando la amortajamos, tenia aun esa sonrisa que nos conquisto a todos…

jueves, 5 de abril de 2012

¿ QUE TANTO TE CUESTA HACER UNA RECETA?




La cultura marca que el médico debe de ser bueno, noble, caritativo,… que se debe prestar a atender a cualquier cosa y eso, es mas patente en los barrios populares con los médicos en ciernes… hasta que aprendes a poner limites... 

Aquel hombre era de los que no conocían el significado de la palabra prudencia: nomas veia que el  recien graduado médico llegaba a su casa y le caía: que si la niña estaba enferma y que si la checaba, que si había venido de visita tal familiar y que si le tomaba la presión, que si no tenia medicamento para el dolor, que si no le recetaba algo para dormir, que si hace tres días le dolió la panza al perrito y que que seria… dos a tres veces por semana se apersonaba  en la casa del galeno,  a horas y deshoras, sobrio o briago… al cabo, era "su amigo" y el médico aun no aprendía a negarse, por esas ansias de ayudar y las enseñanzas  dogmaticas  de  ser médico-apóstol…  redundar es decir que en ninguna de las ocasiones, el individuo se ofreció  a pagar su consulta o dar una gratificación… 
- Págale algo al doc.! Nomas le estas neceando… le decía su mama, a lo que siempre respondía que no, porque era  “practicante” y aun no tenía el titulo, y sobre todo era su amigo,  ¿Cómo le iba a cobrar? …  - si, pero como quiera vas a importunarlo - insistía la mujer, al ver la indolencia de su vastago…

Un buen día, los dos amigos se toparon en el camión y pues entre pláticas salió que el refri del médico estaba fallando…

 - N´ombre para que andas batallando, me hubieras dicho antes,  eso es muy fácil de solucionar y no me tardo nada… mañana te caigo y te lo hecho a andar, ya verás…

El galeno sonrió y se dijo a sus adentros: mis buenas acciones están siendo recompensadas, no han sido en balde

Al día siguiente, el individuo se hizo presente en la casa del doctor para reparar el aparato, fue recibido con un abrazo,  e introducido a la cocina, donde con dos tornillos que apretó, el refri volvió a funcionar… se le convido a comer y fue atendido a cuerpo de rey…

- Nombre ´mano, gracias, estoy bien pendiente contigo…

- Oye ¿no tendrás unas cajitas de x medicamento? es que está bien caro y me las encargo un amigo del trabajo… ¿cómo vez?  ¿Tendrás de las muestras médicas…?

El médico fue a su cuarto y le trajo varias cajas de dicho medicamento… feliz por poder retribuir la ayuda…

- Si,  bueno, ya me voy… van a ser 1500 pesos…

- ¿Qué?  - El médico palideció… - ¿me vas a cobrar?, si tú te ofreciste a repararlo, y además ¿cuándo te he cobrado yo por consultarte?… y todo el medicamento que te has ahorrado… no me friegues…!!   Y es un abuso, me habían cotizado la reparación por menos de la mitad de eso… 

El hombre se puso serio  y exclamo… - ¿Cómo? ¿Quieres que te regale mi trabajo?  Si yo de esto vivo… para esto estudie… a ti ¿qué tanto te cuesta la hojita de la receta?... y la consulta con el Dr. simi vale 30 pesos…  Pero bueno, si andas jodido de lana,  dame 500 y hay que muera… 

A desgano, el medico saco el dinero y pago lo solicitado...

A los tres  días…  entrada la noche,  llamaron a la puerta del médico… era la esposa del amigo, que traía a la niña menor a consultar porque tenía tos… 

- Que la lleve a alguna sala de urgencias, ahí se la checan… respondió el médico, después de cerciorarse que no era una urgencia… 

- Es que fulano  no trae lana… y pues, tú nunca le cobras, además no se quiso levantar, porque trae mucho  sueño y anda crudo… 

-Pues en el Metropolitano, hay son solo cuotas de recuperación…

- No no, ahí se tardan  mucho  - protesto.  -Ándale, que te cuesta recetarme algo y si no tienes muestras, voy a la farmacia… sino ¿cómo le hago?

-Pues  a ver como, levanta a tu viejo, pero yo ya no los voy a atender a deshoras… yo también ando cansado… contesto el medico, mordiendose la vocacion...

-¿Qué? ¿Vas a dejar a la niña así? - protesto iracunda la mujer  - Que poca vocación tienes doc… por eso estas bien jodido, porque no  “alivianas” a la gente… La señora dijo enojada, se dio media vuelta y se dirigió a abordar un taxi – lléveme al San José…

domingo, 18 de marzo de 2012

SENTENCIA POSTERGADA


Solo no le diga a papa que le quedan pocos meses de vida,  doc - solicito el muchacho al médico cuando este le informo que tenía cáncer y que el anciano moriría pronto…

Meses no, hijo… si acaso semanas – le sentencio el médico – pero ok, dale una buena vida a tu viejo estos días que le quedan…

El muchacho contuvo las lágrimas, dio las gracias con una dignidad marcial y se dirigió a la sala de internamiento donde lo aguardaba el paciente y el resto de la familia.

Que te dijo el Dr. hijito – pregunto la mama, temerosa de que las palabras que emanaran de la boca de su vástago, seguro serian de dolor…

Nada mama... solo que el viejo trae un pedo atorado y que es cuestión de que se tome sus pastillas… y que vallamos al rancho y de paso le hagamos una manda a San Juan… contesto asertivamente el joven, con el aplomo de de aquellos  que se atreven a mentir certero de que su mentira era piadosa...

Bendito sea Dios!! - exclamo la mujer mientras abrazaba al anciano  que también sonreía…  - gracias a la virgencita y al doitor se nos hizo el milagro...

Entonces ¿ya nos vamos? - pregunto el anciano - porque los animalitos se quedaron solos en el rancho...

Cuenta un familiar del anciano, que este nunca se entero que tenía cáncer y creía que el problema realmente era “un pedo atorado”… y que su hijo se paso velándole el sueño y dándole tiempo de calidad y cantidad… el día que falleció el hombre, lo hiso en su casa, apaciblemente,  rodeado de sus seres queridos, a los que les sobrevivio dos años  mas  después  de el alta del hospital...

No cabe duda que solo Dios sabe hasta que día debe de vivir una persona y cuan catastróficas serian las malas noticias en su  salud  y cuan importante es el núcleo familiar…

domingo, 11 de marzo de 2012

Una Flor Marchita



Con frecuencia somos ajenos a la tragicomedia de la vida de los que no pertenecen a nuestro pequeño mundo…

Llovía como suele llover en Monterrey: a cantaros y sin previo aviso; como nunca la sala de consulta externa de urgencias, que se encontraba en el lúgubre pasillo atrás de la sala de urgencias,  tendría dos a tres pacientes, solamente esperando resultados, reinaba el aburrimiento entre los internos y residentes…
Es la paz que precede a la tormenta, siempre llegan después del aguacero - observo alguno de los presentes… el calor y la humedad causaban un bochorno sofocante…
Pasada la media noche, de la nada, hizo su aparición una diminuta figura femenina, pelo largo y busto generoso, vestida al estilo “potranquita”: botas, jeans  con todos sus aditamentos y colguijes; estaba mojada hasta calar los huesos… cargaba un bolso que se veía enorme comparado con ella, y en la forma en que lo sujetaba bajo el brazo  como si no lo quisiera soltar,  denotaba la importancia de su contenido … tenía la cara triste, no concordaba con la atractiva figura de la “vaquerita de rodeo” que intentaba dar con su  desleída vestimenta…
-Me duele la garganta, casi no puedo hablar y me duele el pecho… comento mientras se llevaba la mano al cuello
- Pásele… se acercaron dos a médicos, percibieron que aunque bien vestida, su ropa estaba remendada y olía a mescla de perfume barato y  humo de tabaco… perdieron el interés, la revisaron como si cualquier cosa y le dijeron: - si, tome x cosa y se pondrá bien… ya puede irse
Ella titubeo, los presentes volvieron a su ensimismamiento, ignorándola, esperando a que se perdiera en el pasillo…
Alguien atino a preguntarle - ¿algo mas madre?
Ella la miro con esa cara de dice todo sin decir nada y balbuceo: Necesito hablar con alguien...
La doctora se levanto y la acompaño a el pasillo… ¿quieres una coca?... se sentaron en las desvencijas sillas y ella comenzó a contar…
Yo no soy así…  mi esposo se suicidio por las deudas cuando se cayó el peso, tenia su taller… mis papas no me quieren en su casa porque los niños hacen ruido y no podía aportar mucho… cuando nació mi tercer niño, estaba embarazada cuando mi esposo se fue, una señora me ofreció trabajo de secretaria en   Reynosa, pero era un engaño y me quito a los niños y me rentaba a los gringos aunque estuviera recién parida y si me negaba me amenazaba con desaparecer al bebe, pero me escape … ahorita trabajo en un centro de baile, la canción a 10 pesos... o 20 a veces… y de dia afano en de intendente en x tienda… pero no completo…
El residente encargado llamo a la doctora y le indico- Ya m´hija, deja a la vieja, que se vaya, es corriente, te va a pegar los piojos … ponte a hacer algo de provecho… la lluvia arreciaba y  la sala seguía sin un solo desafortunado paciente, solo se oía la risa de los internos de  departían, ajenos a lo que les rodeaba
Si se tiene que ir doctora, ok… ya no le quito su tiempo…
No, no tengo pendientes… me estaba contando… contesto la doctora y se sentó de nuevo a su lado
Le conto del sacerdote que le ayudo un tiempo dándole trabajo, pero las intrigas de  obligaron a dejar esa ocupación por no perjudicar al hombre santo –el único que no le pidió nada a cambio- de cómo soportaba a borrachos y drogados, como se cuidaba de las otras muchachas del trabajo y de los padrotes que querían explotarla y meterla a las drogas – todas se drogan doctora., pero yo no, porque aquí donde me ve,  yo soy decente y tengo que darle un ejemplo a mis hijos,  yo no me prostituyo ni me meto con nadie, ni novio tengo…
Le hablo de sus niños y de como los queria pero que no los queria ver sufrir hambres ni frios - de su rostro escurrían gotas de agua, tal vez del pelo mojado - pero hay días como hoy, que ya no soportaba tanta carga… la soledad es mala consejera doc.…
Una ambulancia llego con sirena abierta  a la entrada, señal de que habría que hacer algo…
Ahora si ya voy doctora… se va a ocupar, mis hijos están solos y ya es muy tarde, ya van a ser las 4… hay le dejo esto, ya no lo voy a usar- saco una bolsa de cartón, arrugada y la dejo en la silla… mil gracias, de nuevo… dirigiéndose a la salida, donde un relámpago ilumino el dintel y dibujo a la diminuta figura y al siguiente instante, desapareció tal cual como había llegado…
Pasaron las horas y llego el cambio del cambio de guardia,  la rutina de la mañana, todo seria igual, solo que la señorita de limpieza del área de urgencias, trajo a la recepción la bolsa que dejo la mujer… contenía una caja de diazepam y un bote de veneno para ratas…



Anecdota  cortesia de ACCC

domingo, 26 de febrero de 2012

El sobrino...

A veces, la realidad supera la ficción... y la discreción mandatoria de la profesion, en el llamado secreto profesional  te ponen en un gran dilema de conciencia y terminas siendo tapadera del que se porta mal...
Cuéntale, cabron, ándale…!  Cuéntale al doctor de la piruja con la que andabas! Hasta que lograste lo que querías! ya me contagiaste una cochinada!  - le gritaba la oronda mujer, a su esposo,  al darle el diagnostico que lo que traía era un condiloma. 

El pobre hombre se cubría  el rostro y hacia una mueca como quien está acostumbrado a recibir manotazos, logrando articular – sí, pero fue hace 10 años… y nunca más me he equivocado doc… era muy patente que había aprendido su lección… o al menos era más discreto.
La mujer seguía literalmente bufando y llorando, cual Magdalena transformada en basilisco,  y  lucia tan peligrosa como un “balístico” ya que miraba al hombre con una rabia y rencor que pocas veces he visto…
-Tenemos que revisarlo… Le informe, mientras me calaba los guantes – por favor descúbrase…
- Pero doctor, eso fue hace mucho tiempo y yo no tengo ninguna lesión, es más,  tenemos relaciones esporádicamente…cada dos a tres meses  - Titubeante, replico el hombre, mientras comenzaba  a desabrochar el pantalón, al tiempo que la señora vociferaba:
 - Ahora la de la culpa soy yo, que tienes que ventilar nuestras intimidades al doctor!!!  No te basta hacerme pasar esta vergüenza!!! …
Efectivamente, el hombre no tenía lesión alguna, su higiene era mas allá  de lo promedio, la  prueba de acetoblanquado resulto negativa… ¿entonces? … se dio la explicación clásica que si el estado de portador, que los hombres puede pasar inadvertido…
Se indico tratamiento a la paciente, se canalizo para el Papanicolaou por obvias razones y se cito a revisión, no sin antes escuchar otra perorata  de la señora, que al final, digna,  sentencio: 
 - A ver si me vuelve a tocar ese desgraciado... que diría mi familia si se entera que tengo una enfermedad venérea… 
El hombre solo agacho la mirada, dio las gracias y le abrió la puerta a la ofendida mujer…
A los 15 días, en la cita de revisión, la paciente  pregunto:
 - ¿Pueden aparecer estas lesiones también en boca y “atrás”?  
Extrañado, le respondi:
  - Si, pero, mm se tiene que tener el contacto sexual por esa vía y usted me dijo que nunca… así que, no se preocupe…
  
La señora dio las gracias y se marcho… al salir le pidió a la secretaria le consiguiera un doctor  “de los que checan  “atrás”,  porque tenía una comadre con “hemorroides internas”...
Tres días después acudió acompañada con un  fornido joven de apariencia humilde, a lo sumo 20 años, vestía sin pretensiones, pero calzaba tenis puma y traía un  ipod de última generación, además rezumaba a la loción de diseñador, no acorde al porte del joven…
Necesito que cheque a mi sobrino, doctor, pero necesito contar con su discreción… sentencio la mujer, mientras depositaba un centenario en el escritorio… ya sabe, el silencio vale oro… 

lunes, 20 de febrero de 2012

La vieja guardia ...

Una aliada invisible


Las enfermeras de la vieja guardia siempre inspiran respeto por su mirada adusta y trato duro, casi siempre son vistas como las malas del cuento poruqe a fin de cuentas son las encargads de la sala y padecen tanto al paciente, a los fmliares y tembien al medico (¿que no?),... pero si se les da su lugar, son fieles cancerberos de los intereses del médico, y si tiene uno suerte, puede aprender en 5 minutos más de ellas, que de un semestre enclaustrado leyendo a la Fisiología de Guyton…
Uno de esos días, donde las horas no pasan, de esos charcosos y sin expectativas de que mejore, estaba el grupo de médicos de piso, recién llegados a iniciar su residencia, realizando sus tareas de recolección e integración de datos, era probablemente primavera pero parecia canícula, por el calor y el sudor que cubría al ambiente… para colmo, se le ocurre a uno de los pacientes caer en paro…
- Carro rojo… fulanito, vía aérea,… menganito, masaje,… xilo, bikasodio… 1001, 1002, 1003,… todos fuera… 160 Jules descargados al pecho del paciente, lo convulsionaron, pero no arreglaron el deforme trazo cardiaco… La conmoción y adrenalina reinaban, pero todo marchaba como reloj, todos los residentes como una maquina recién aceitada, cada uno en su función…
- 1001, 1002, 1003,…
De pronto, se hizo una pausa apenas perceptible, una fracción de segundo, pero la mayoría la sentimos… incluso algunos percibimos una fría briza que rozo nuestras mejillas, enfriando nuestra conciencia y sudor… fue un instante pero pareció una eternidad, como un flashback de un sueño…todos reaccionaron y se disponían a seguir dando maniobras…
En ese momento se estaba tomando un trazo de EKG… el otrora irregular, ahora resultaba plano… - Listo, hora de defunción 5: 23… asevero la jefa de enfermeras...
Nadie se atrevió a chistar, aunque algunos de los nuevos nos cuestionamos porque la seguridad de detener las maniobras… inquirí a la jefa con los ojos. Ella percibió mi inquietud y discretamente me dijo: luego… solo no olvide todo lo que paso… no es el momento
Horas después, en la estación de enfermería, coincidí con la jefa… se me adelanto y me pregunto
¿Se extraño de los eventos de la tarde, verdad…?
- Si - conteste titubeante - Pero… -y antes de soltar la pregunta inquirió:
-¿Percibió la fracción de segundo donde todo se detuvo…? - … Si… -¿Sintió algo más? …bueno, si, … uuuuuhh, una brisa fría, casi surreal…
-¿Qué fue lo que paso, doctor? - … no se… por favor dígame… - Es la hermana muerte, que entro a la habitación - asevero… - no le tenga miedo, aprenda a identificarla y sobre todo, respétela, que ella lo respetara; cuando ella entra y usted la perciba, es hora de detenerse… no me crea, pero se lo digo para que no se dé por no informado

Así, conocí a dos grandes aliadas, la JEFA DE ENFERMERAS y a LA MUERTE. Ambas, se ganaron a pulso todo mi respeto ... y si algo aprendí en el trascurso de los días, es a dejarlas trabajar sin entrometerme en sus cosas