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miércoles, 20 de junio de 2012

PARA TODO LO DEMÁS, EXISTE MASTERCARD…



- Ándele Dra., déjeme salir nomas un rato - Suplicaba el paciente internado en cuidados intensivos a la Dra. G., que lo tenia internado porque el  robusto hombre de unos 55 años, pelo entrecano, tez morena  y de un mirar sereno se había infartado días antes y aun no estaba en condiciones ni de deambular… - regreso ahorita, se casa mi hija, y como lo va a ser como se debe, si no le doy su bendición… ándele por favor, es a las 8:00, pa´ las 10:00 ya estoy d’regreso… ándele no sea malita… realmente, “daba cosa” oír la suplica del hombre…
A medida que pasaban las horas, la angustia el hombre aumenta y se reflejaba en sus parámetros vitales, refería dolor precordial, su pulso y frecuencia cardiaca aumentaban,  se sentía mareado, pero no cesaba en su suplica
- Mi hija se casa, por favor…déjeme salir, le juro que la entrego y regreso,  luego luego…
La Dra. sentencio: 
-Si no se está tranquilo lo voy a tener que sedar de nuevo,… se va a volver a infartar y  entonces si, ni ahorita ni después, así que ya estese tranquilo… lo que me pide no se puede… ¿me explique?  … yo se que para usted es importante…
-Si doctora, usted disculpe… 
El hombre, en su calidad de hombre de los de antes, no se permitió derramar las lagrimas que arribaron a sus ojos…
Pasaron algunas horas, la rutina en cuidados intensivos  seguía su habitual devenir… entraron y salieron como siempre lo hacen, sin pedir permiso, enfermeras, doctores, las chicas del aseo… todo lo que normalmente sucede, así que nadie noto cuando entraron…
-Dra. G. ¿el paciente de la cama 4 tenia interconsultas? 
La doctora levanto la cara de los manuscritos que redactaba y frunció el entrecejo… vio  junto a  la cama del paciente a tres personas (una mujer y dos hombres), pulcramente vestidas de pitufo y bata, llamándole la atención que el paciente sonreía como cuando un niño  es obsequiado de algo muy deseado… las miradas de la doctora y el paciente se cruzaron, por lo que la Dra. intrigada y sin mediar palabra con su personal, se levanto  de su silla y se dirigió al cubículo… y alcanzo a escuchar: entonces ámense y cuídense como buenos cristianos, les doy mi permiso y mi bendición – mientras hacia la señal de la cruz sobre ellos, los jovenes estaban tomados de la mano…
Los jóvenes se incorporaron al entrar la doctora en el cubículo: 
-Mire Dra.!! Es mi’ija y su esposo, bueno ya meros, vinieron por su bendición ¿Cómo no voy a querer a una hija y aun yerno así…que me dieron mi lugar?  - en esta ocasión, el hombre no pudo contener las lagrimas… papa no llore!! -exclamo la hija, mientras lo abrazaba, su maquillaje se  corría por las  espontaneas lagrimas…
El otro hombre, dejaba ver bajo el “pitufo” un cuello  “Mao”, blanco con negro, como los que usan los sacerdotes católicos al oficiar misa… 
-Dra. Usted disculpe, pero hay ocasiones que es mejor pedir perdón que pedir permiso… le interpelo,  al interceptarla en el dintel  del cubículo…
-Sí, pero váyanse ya, porque  pueden meterse en problemas… hay señor mío!!  Me va sacar canas verdes!  El hombre enjugo sus lágrimas y casi soltó una carcajada, la Dra. regreso a su escritorio,  y a sus espaldas los presentes se despedían y a si como entraron, se esfumaron de la sala…
- Entonces Dra., ¿llamó a seguridad? – pregunto la enfermera que había observado todo - porque  se me hicieron sospechosas esas personas… ¿eh? ¿Qué le dijeron? ¿De donde eran?... Porque la muchacha se me hiso conocida, no es la…
-Esos doctores  tenían  un permiso especial… la interrumpió la Dra. Sin querer dar más explicaciones…
-¿De dirección, Dra.? Insistió la  ceñuda mujer…
-No, del de mero  “arriba” - respondió la Dra. sin apartar la vista de las hojas  que momentos antes había  dejado de llenar… -Póngase a chambear y  ya no ande de intrigosa – le ordeno sin voltearla ver - 
-Ah, no, pos,… si es así,  ok, con los  de la secretaria o del sindicato no hay que meterse… observo la mujer, mientras se disponía a realizar su ronda…

domingo, 6 de mayo de 2012

SE HACE LO QUE SE PUEDE…


Cuando estas en ciernes, traes todo el power y quieres ir contra lo establecido, darle todas las Cokies a el paciente y sacarlo adelante... con frecuencia, la burocracia, el valemadrismo y la insensibilidad son infranqueables... solo queda dar lo mejor, como me enseño un  veterano cirujano...

- Me mandaron esta paciente a la consulta por palidez- pregunto, en tono de protesta el dermatólogo recien llegado a la unidad medica  - pero requiere consulta de medicina interna… yo no le soy útil…
La apática señorita de recepción, que en ese momento veia el catalogo de cosmeticos,  tomo el expediente a disgusto, lo checo y le contesto :

-Si doc., así es… le toca a usted verla… y le extendio de nuevo el expediente sin voltear a ver al medico
Disimulando el enojo ante la incongruencia de indicaciones, para no preocupar a la humilde paciente, la paso a consultorio y la checo…
- Es que me  siento débil, doctor, se me cae el pelo a puños, y en la casa me dicen me veo muy demacrada y pálida, yo estaba bien gordita, eso antes de la cirugía…  - comentaba la envejecida mujer (que segun su expediente tenia 38 años, pero aparentaba 60) mientras el médico hojeaba el tomo dos de su expediente, para ver que era el cuadro de base de la paciente…
-Haber cuénteme ¿Cuál cirugía?
-Pos hay dice en el expediente doc., ¿que no esta altanto de mi caso tampoco usted? la del cáncer en la matriz… 
Percibi por su tono de voz que ya la habian visto varios medicos sin que nadie le llevara un control ...la habian "peloteado" de departamento en departamento...
En expediente, encontró múltiples notas de ingresos, escuetas y mal redactadas, muchos papeles inútiles y pocos datos de evolución, y a grandes rasgos me entere que la paciente tuvo un cáncer de cérvix, grado 4, que se había operado dos años atrás y que no la habían reenviado a valoración tempranamente y cuando lo hicieron ya tenía metástasis,  que le dieron radioterapia, pero que no la había acabado  porque  ya estando en Monterrey no había oncólogo “porque se había ido de vacaciones el doctor” y no había quien la atendiera… que había bajado mucho de peso en los últimos meses y la habían transfundido otras tantas…
-Y últimamente doctor, si hago esfuerzo o pujo, me sale popo y sangre por “mi parte”…  - narro la paciente
La exploración de la paciente mostraba un hígado enorme, duro y nodular, se palpaban masas inmediato por debajo de la pared abdominal, tenia ganglios inguinales inflamados, grandes y duros cual  limones…  y se evidencio que traía una fistula recto vaginal…
La "comento" con la gente de ginecología  y amablemente  concluyeron: 
- Si we, transfúndela, ya la conocemos,  pásala a urgencias para que le pongan una unidad…
- Pero… trato de protestar el médico medio sorprendido, medio indignado…
- Así es aquí, se hace lo que se puede doc. - le dijo el ginecólogo, mientras  volvía ensimismarse  en sus  notas de evolución; lo mismo pasó con cirugía… solo que estos si tomaron el expediente y salieron a la sala de espera, donde aguardaba la paciente y la saludaron:
-Doña fulanita ¿como esta? ¿Ya viene de nuevo por su sangre? Ha de ser vampira…
-Hay doctor, usted como es… atisbo a contestar la señora…
-Vallase a urgencia,  hay la alcanzo ya le hable al la señorita Mari para que le vaya preparando todo…
-Ándele doc. Que dios lo bendiga… se despidió la mujer, sonriendo como si fuera a recibir un gran favor…
- ¿Qué pedo?   -le pregunto, intrigado el dermatologo  al  veterano cirujano – esa paciente está mal…
Doc. Se hace lo que se puede con lo que se tiene, no mas… así como ella, vas a ver muchos casos, así que vete haciendo de tripas, corazón… no se puede contra el sistema… hay que hacérsela bonita  cuando menos…
Días después, me entere que la señora llego con fiebre a urgencias, y estando ahí, falleció por sangrado de tubo digestivo alto… dándole las gracias a los doctores por haberla cuidado tan bien