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miércoles, 5 de marzo de 2014

Carta de un médico a un paciente enojado


Estimado paciente:
EL día de hoy no ha sido bueno. Te disgustaste porque no estuve para ti, al momento que lo necesitabas. Esto me contraria y me pone a meditar acerca de algunas situaciones que pasan en la consulta en forma cotidiana en relación a la agenda, el tiempo que se le dedica al paciente y los asegunes que se suscitan…
Si bien es cierto quedamos que te vería  fuera de mi horario habitual de trabajo, ya que tú no puedes acudir debido a tus múltiples ocupaciones, dicha cita no la confirmaste como quedaste, ni verificaste que yo supiera que si asistirías. Solo se te ocurrió que yo estaría para ti, fuera del horario habitual y que dentro de mis ocupaciones, estaría al pendiente de tu asistencia, si es que decidías ir. ¿No se te ocurre que tengo muchas otras cosas en la cabeza como para acordarme de un paciente que vi una ocasión hace tiempo y ahora me escribe un mail para ver si lo puedo atender y que  también que tengo una  vida fuera del consultorio? esperas que yo me acuerde de su cita, pero tú no confirmas oportunamente…  

Acordándome de tu mail, te espere. Me quede media hora fuera de mi turno, además de 15 minutos más para darte oportunidad a  llegar y no llegaste, bueno, si llegaste, pero 25 minutos después de tu cita pactada, que no confirmaste¿Cuánto crees que debía esperarte más?  Ciertamente a los 10 minutos de  retraso llamaste de “que ya ibas para el consultorio”  pero nunca mencionaste si tardabas dos, cinco o treinta minutos, ¿Qué te hiso tardarte? ¿Era justificado que te retrasaras? ¿No era urgente que te viera?  ¿No era tal la prioridad de tu salud que deberías de dejar lo que estás haciendo para acudir a tu cita?... entonces,  no era urgencia que te atendiera, era comodidad de ser visto cuando tenías menos ocupaciones… es decir: yo sí puedo retrasar mis actividades, pero tú no puedes suspender las tuyas en pro de tu salud y llegar puntual a la cita.
Ten en cuenta que retrasar el momento de la consulta, los problemas de salud siguen evolucionando, presentándose  después el agravamiento del cuadro y necesidad de ser visto “con urgencia” (si tus actividades te lo permiten, claro)… y resulta que el medico es el culpable, por no date espacio en su agenda…
A fin de cuentas, de esto vivo, No tengo un sueldo, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni seguridad social, por lo que debo de cuidar a mis clientes y tolerarles muchas informalidades.
Al igual que tu, muchos pacientes piden cita urgente… sin embargo estarás de acuerdo  que las urgencias se atienden en urgencias, pero como haya sale caro, mejor vas a consultar a la oficina, donde obvio, quieres ser visto ya, sea válida tu urgencia o no.
El tiempo no lo puedo duplicar, pero ¿Cuánto crees que sea conveniente en tiempo para que un médico te interrogue, te revise,  haga un juicio clínico y razone los que va a recetarte, te lo explique, haga la receta y la nota del expediente? Las autoridades dicen que 15 minutos, yo pienso que debería de ser una hora,   pero para fin práctico lo cerramos en 30 minutos.  Trabajando 8 horas al día debería de ver 16 pacientes diarios por simple aritmética. Los espacios en agenda se van llenando, (porque algo hemos de estar haciendo bien o a lo mejor no hay otra opción)  y si me pide cada paciente verlo lo más pronto posible (léase ya)  por ser  “urgente”, solo me quedan 3 cosas por hacer:
1.- o empalmo pacientes, con la consecuente disminución de tiempo para dedicarle a cada uno, lo cual nadie está dispuesto a dar su tiempo por otro paciente… todos quieren sus 30 minutos… y yo me tengo que chutar la cara de cada paciente al que tengo que recortarle el tiempo para verte o bien disculparme por el retraso consecuente de verte intercalado.
2.- o te agendo otro día, lo cual te incomoda porque tú tienes urgencia en ser visto
3.- te veo fuera de turno, pero ¿estás dispuesto a pagar por ser visto a deshoras una tarifa mayor? No verdad. Entonces ¿qué me motiva a verte fuera de turno, por un mismo precio de una cita normal y además llegas tarde? En Estados Unidos se contempla que se cobre si es fuera de turno,  y seguramente no te atenderá el mismo médico, además se cobran las consultas por teléfono y el medico tiene cierto límite de pacientes que puede ver por cartera de clientes al día, para evitar errores y la fatiga de juicio…
Me reclamas que no te puedo ver urgente que hay que posponer cita por 2 a tres días, bueno ya te explique algunas de las razones. Sin embargo también se te ofreció ser visto un día anterior, cita que cancelaste justo unos minutos antes de la hora, con lo cual yo me perdí de comer con mi familia, porque la agenda se modificó para ti (Para ti son importantes tus negocios, para mí, mi familia).
La problemática del horario  y las disponibilidad de citas en las que el paciente es atendido, se agrava con la informalidad de los que llegan tarde a su cita, lo que no solo trastorna la agenda del consultorio, sino la de cada paciente que está agendado después del impuntual, y al día normalmente son dos a tres los que descuadran la fluidez del día, y claro hay que atender a los impuntuales amablemente. También el ausentismo de los pacientes (que como comente, de esto vivo e impacta directamente en mi bolsillo y el bienestar de mi familia) que no tengan la cortesía de avisar que no podrán asistir con tiempo, para poder dar la cita a otro paciente, claro que no me es nada simpático. ¿Cómo esperas que te vea sonriendo la siguiente vez que vas al consultorio, si me hiciste perder tiempo y dinero y le quitaste la oportunidad a otra persona de ser atendido?
Pero el colmo, es que te desquites con la asistente, ya que en todo caso ella recibe indicaciones mías.  Y después de vociferarle, a mí me hablas muy políticamente. Toma en cuenta que llegaste tarde por tu culpa, por tus circunstancias  y falta de previsión del manejo de tiempo. Ok yo debía de estar allí si ya habías avisado que ya ibas, pero  ¿Cuánto crees que debía esperarte? ¿No consideras irrespetuoso que alguien te dé de su tiempo y llegues tarde? Y respecto a tu molestia… tu tiempo es tan importante como el mío… técnicamente, me debes los honorarios de dos consultas pues fueron dos días los que dedique tiempo para ti y no acudiste, cuando pude dedicar ese tiempo a otra actividad u otro paciente.
¿Te molesta que no te haya visto?
A mí me molesta haber estado esperándote inútilmente y perder 45 minutos de mi vida en nada productivo.
Enójate contigo… que el que llego tarde a la cita, fuiste tú.
Sé que  eres persona culta y podrás, sin resentimiento, obtener alguna idea de las líneas que te he escrito.  Y si tienes a bien, platicamos de otros temas respecto a la relación médico paciente. Hay muchos asegunes y claro esta podemos dialogar y sacar algo de provecho de esta mala experiencia.

PD mi política es que si yo llego tarde o me retraso, siempre me disculpo y hago descuento de consulta o se da la consulta de cortesía según la severidad de la tardanza. 

lunes, 15 de abril de 2013

Tu, la misma de ayer, la incondicional...



-Como que siento un vació  como que una molestia en el abdomen, sin ganas y a veces me mareo… relataba con una seductora voz infantil, la paciente que acudía por primera vez al consultorio, la pose erguida con la pierna entrecruzada enmarcaba el bien cuidado maquillaje y acomodo de el peinado; la blusa, desabotonada  más de lo debido, dejaba ver  un busto por demás turgente, desbordante, y  en la divina división entre el derecho  e izquierdo,  una ostentosa cruz con piedras verdes… a lo sumo, tendría 19  años … estaba acompañada por una no tan agraciada amiga, que se veía más  preocupada que la susodicha… 
¿Uh, que más? -  Interrogo el médico a la escultural “señorita”… que no dejaba la pose de niña desprotegida
Pues no se… me duele el busto, y pues “lo de cada mes” no ha venido dijo la fémina, mordiéndose el carmesí de sus labios, denotando algo de inseguridad ante la pregunta… pero soy irregular, a veces viene cada 30 o , cada 60, depende…
¿Tiene vida sexual activa? …
-¿Cómo?.. hizo una mueca  bien ensayada cara de desconcierto,  mientras movía vertiginosamente el pie que tenia al aire, decribiendo circulos...
-Qué si “coges”, mensa!!...le observo la amiga, mientras se ruborizaban sus postpuberes mejillas
 -Pues... sí, pero los muchachos me cuidan…
-¿Cómo?- La interpelo el médico, con un asomo mas de morbo que de curiosidad científica, ya que parecía la niña que no quebraba ni un plato - ¿los muchachos la cuidan?... ¿tienes varias parejas?
- No tantas… hay que pena, doctor…Pues,  con el chófer, en la mañana, luego el patrón nomas de vez en cuando, pues esta viejito, pero siempre usa gorrito...  los sabados a mediodía con  el  de la fonda , y con los muchachos del taller pues no siempre, pero es dos o tres veces por semana, cuando hago inventario me quedo un rato con ellos y pasan cosas… y con esta mensa también tengo mis cosas, por eso viene conmigo… explico dejando un aire de  “no pasa nada”; la compañera, bajo tímidamente la cabeza al verse descubierta en sus impúdicas actividades
- Hay que hacerte estudios, probablemente estas embarazada
- ¿Cree que pueda ser de mi novio? - interrogo la joven- Es que con el solo lo he hecho por “encimita” ya sabe, sin que… pues… ¿si me entiende verdad?...  es que no lo he hecho bien bien con él, para que no piense que soy  liviana…

Cuídate de las aguas mansas…

domingo, 17 de febrero de 2013

Cuidar los centavos…


Llego aquel día a la consulta una distinguida y madura mujer, y al acto la reconocimos: ademas de esposa de galeno, su porte y donaire dominaban cualquier sitio donde su persona hacia presencia… 

Qué pena, un problema banal, mire usted… - se descubrió los pies, sacándose los zapatos Adolfo Dominguez, de esos que solo salen en las revistas de pasarela... – ya  he llevado tratamiento y no veo mejoría

No se preocupe -  la interpelamos – usara  x producto por "x" tiempo y la veo a revisión en 45 días… 

Después de las preguntas de cortesía de "¿cómo está el doctor?" y demás charla banal mientras se le llenaba el expediente y la prescripción,   se le extendió la receta y el  ticket para la  recepcionista, habiendo marcado el CORTESÍA FAMILIAR MEDICO, y le pedimos lo entregara a la señorita de la recepción.

Pero la mujer, sin mediar modales, con cara de sorprendida al ver que le entregaba un “ticket” pregunto:
-   ah… ¿es lo de tus honorarios?
-   Si señora, solo se lo da a la recepcionista y es todo por el momento.
Con un gesto de disgusto, lo arrebato de mis manos, se paro y sin despedirse salió de el área de consulta para dirigirse  a la recepción, sin siquiera ver lo escrito en el ticket…

Momentos después, entro la recepcionista y me comento:
Dr. la señora está muy grosera, me aventó un billete de mil pesos y el ticket; me pide factura pero que es “cliente de convenio” que le haga el descuento de lo que le voy a cobrar… pero es familiar de doctor, según usted marco en el ticket,…  y concluyo diciendo: y a ellos no les cobramos nada ¿vdd?

En vista de la actitud de la mujer  de ni siquiera revisar el ticket, le dije a la asistente: pues cóbrele…

La paciente no volvió, se de buena fuente que fue con otro médico y que le recetaron lo mismo…  pero me queda claro que ejercen el feo deporte extremo de “cuidar los centavos”, ya que regatean  hasta cuando les están dando la cortesía… (que me doy cuenta la dan por sentada, aunque afuera no se merescamos ni un saludo de su persona)

Lastima de porte, en cosas tan pequeñas muestran su naturaleza…

domingo, 3 de febrero de 2013

Ni que tuvieras tanta suerte...!!


El cobro en otra forma




-          ¿No habrá  otra forma de  que cobres la consulta?

Me soltó de golpe y porrazo, haciendo énfasis en el “otra forma”, aquella paciente  ya conocida en el consultorio de varios años, los suficientes como para tenerle consideraciones especiales… le había pedido a su  hijo adolescente que se saliera del consultorio y se cambio a la silla mas próxima. 
Era una de esas pacientes que aunque ya madura, cuidaba de verse atractiva y conservaba cierta coquetería “inocente”... 

Durante la consulta,  no paro de  acomodar, distraída, la entallada blusa,  jalando  de las solapas el cuello, pronunciando más sus notorias curvas…

-    Ejem… -  atendí a contestar de inmediato, puse mi cara de extrañeza y le pregunte

-  ¿Cómo dice?

Hay doc! – e hiso un histriónico movimiento inclinándose hacia el escritorio mostrando mas de lo que debía a travez del prolongado escote 

 Por favor no me rechaces lo que te voy a proponer, para mi también es difícil  - me contesto... te aseguro solo esta vez, no te voy a causar problemas... no te lo vuelvo a pedir... ademas...  hiso una pausa, de esas que sientes que escurre la gota de sudor por la frente  y me prepare para lo peor

-   Vengo preparada… 

Sentí que la cara se me ponía pletórica mientras la mujer ponía su "inocente"  cara de apenada  y metía las manos a su bolso - tenemos años de conocernos y me da un poco de penita proponértelo… pero estoy muy necesitada y mi a ex no lo he visto en dos meses… y  yo tengo que cubrir mis necesidades...

Confesare que en ese momento ya pasaban por mi mente un sinfín de situaciones, propias de la imaginación del sexo masculino...

Abrupamente saco del bolso, un fajo  de pequeños papelitos de 12 x 8 cm

-   ¿te puedo pagar con bonos de despensa o vales de gasolina? ...o de plano ¿me esperas para la quincena?

A veces uno oye lo que quiere oír y la imaginación hace lo demás… 

Esa semana mi carro no paso hambres… 




sábado, 8 de diciembre de 2012

Uno no esta para sustos...


La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida


Siempre se nos habla que debemos de interrogar al paciente en forma clara y con lenguaje que el paciente pueda entender y sobre todo asegurarnos de que lo que nos dice, lo interpretemos adecuadamente. Los periodistas tienen una regla: pregunta lo impreguntable y espera cualquier tipo de respuesta. En medicina aplica también en sensu estricto… y miedo da que los pacientes mientan  acerca de sus síntomas y antecedentes por la doble moral que impera, o por omision o por "n" razones... por eso siempre las preguntas repetitivas acerca del mismo asunto en diferente forma. Ya Dr. House lo decía “todos mienten…"
(La historia es  gráfica y contiene términos bastante coloquiales y situaciones de adultos; si eres “mocho” y no entiendes porque se debe escribir así, mejor no leas, si lo haces no critiques acerca de ello y si de la situación ¿vale? Que este blog es para adultos de amplio criterio…) 

Andele  doctor – intervino burlonamente la jefa de enfermeras, agitando frente a la cara del residente la escueta hoja, anotado en ella  estaba no más que el nombre de una mujer y el resultado de laboratorio que otorgaba la sentencia – tiene una paciente embarazada en la sala
 A chinga! ¿Quién?  Yo no he pedido ninguna prueba de embarazo – pregunto intrigado, poniendo cara de ¿what?
Es parte de recabar la historia clínica básica interrogar sobre actividad sexual y posibilidad de embarazo en todas las pacientes en edad fértil (hay que tomar en cuenta que el vocabulario que se usa se debe adecuar al nivel intelectual e interpretativo de los pacientes) y las pacientes que tenía internadas eran puras veteranas, la única que estaba en edad fértil era aquella joven que se interno de urgencia con  diagnostico de absceso hepático amebiano… FULANA PERENGANA SUTANA, 18 años… y a quien la madre, que de por si no la dejaba contestar por si misma el interrogatorio, le defendió la honra a capa y espada; cuando en la entrevista de internamiento se  pregunto por vida sexual activa y fecha de ultima menstruación, poniendo cara indignada, la mujer objeto…
 - Esas cosas no son relevantes, ¿que tiene que ver con el problema de m’hija? si ella es señorita ¿verdad m’ija?
 – si mama… contesto la paciente con donaire, acomodándose la bata, como cubriéndose por sentirse invadida
Se le dio la explicación propia del porqué del cuestionamiento y se dio por finiquitado el asunto, no sin antes   insistir por “la posibilidad de estar embarazada” y las implicaciones de estarlo  la mueca de fastidio de ambas mujeres por la insistencia fue más que notoria…
- En chinga!!! – el medico  trago saliva y se puso palido -  Y ‘hora? Porque  si está embarazada ya le dimos en la madre al bebe… porque ya lleva dos dosis de metronidazol IV…
- Pues quien sabe, doc… prosiguió a la jefa ya con cara de preocupación y cambiando de actitud ante la inesperada sorpresa del medico - el garabato no se entiende y pues a lo mejor es ayuda divina, pero hay esta el resultado… ni modo que no sea de ella…
- Haber como me le hace, pero sáqueme a la mama de la sala para hablar en privado con la paciente!! – le ordeno a la jefa – porque aquí va a haber sangre
A como pudo la jefa saco a la reacia madre, y el medico entro furtivo al cubículo de la susodicha, que dejaba entre ver más piel de lo que debía para una chica de su club… y parecía no tenía intención de cubrirse…
Mira ´mija, tenemos un problema, dime la neta – hablo severo a la interpelada- ¿tienes posibilidades de estar embarazada?    Porque tenemos un estudio  que indica que podrías estar embarazada…  - el rostro de la chica se transfiguro y tartamudeo: no doc., no es posible, - cambiando de posición y actitud, cerrando sobre si la escasa bata…
- La verdad FULANITA, es importante: porque el medicamento que te estamos dando, si estas embarazada, le hace daño al bebe… ¿has tenido contacto con algún chavo?
- Se lo aseguro doctor – contesto la virginal fémina - solo por “atrás”, con mis amigos, pero eso no cuenta ¿verdad? Porque eso no es sexo, y yo soy virgen… y siempre “se vienen” afuera… (ósea ¿cuántos eran?)
Mmmh… para fin práctico, así no quedas embarazada, ¿pero segura que nunca por “tu parte”?  – insisto el galeno porque seguro si estaba embarazada no era por obra del espíritu santo…
-Bueno, nomas la puntita… pero ya cuando terminan… - contesto la inocente criatura… pero esto no lo sabrá mi mama ¿verdad?
Refunfuñando y al borde del encabronamiento, salió el galeno de la sala y mando la interconsulta a ginecología: FULANA PERENGANA SUTANA,  prueba de embarazo positiva, en tratamiento con metronidazol IV… valoración de pautas a seguir.
El jefe de residentes de ginecología subió, molesto, y “prudentemente” anuncio que “que teníamos que andar viendo a sus pacientes”  y porque habíamos cambiado a su paciente de sala si ellos ya la habían dado de alta…
Para sorpresa de todos, había  otra FULANA PERENGANA SUTANA de 18 años, internada en la sala de ginecología ese día… así que nuestro “embarazo” duro solo algunas horas… obviamente la ventaneada a la paciente ya se había dado y había que dar una explicación a la mama de porque había acudido ginecología a ver a su pudorosa hija…
No cabe duda que, cada quien tiene su forma de sublimar sus actividades extracurriculares …
Y uno no está para sustitos…

Reflexionen mis lectores civiles la responsabilidad del medico ante las omisiones e interpretaciones  en cada interrogatorio que el paciente hace por ignorancia, olvido o restarle importancia ... y mis médicos acerca de preguntar repetidamente y en lenguaje del paciente...


Dedicada esta anécdota a mi Sensei  y amigo Dr Jorge Martinez,  eminente oncologo de Monterrey que me enseño a preguntar  y ver las diferentes forma de hacerlo ...

Inolvidables  :  

  • Dr: ¿ dificultades para respirar?  Px no 
  • Dr: ¿Como que no le entra el aire? px no 
  • Dr ¿como que se asfixia? px no  
  • Dr ¿ Como que le falta el "resuello"? px  ÁNDELE DR!!! ESO ES LO QUE LE QUERIA DECIR, PERO NADIE ME ENTIENDE...

domingo, 2 de septiembre de 2012

Calladita se ve más bonita…


Sucede que  aveces, somos juez y parte cuando atendemos a nuestros congeneres, mas cuando son desvalidos o se encuentran indefensos, sobre todo en esas horas altas de la noche donde  lo mejor y lo peor de la naturaleza humana aflora ... y lo mas penoso que los espectadores no tenemos la valentia de detener el escarnio amedrentados por jerarquias o sedados por la rutina...

Cállese! No sea chillona, ¿apoco así lloraba cuando estaba con el fulanito?
- le indico la enfermera en la sala de partos a la jovencita que se contorsionaba de dolor ante las contracciones de su prematuro embarazo, justo cuando le canalizaba una vena en su púber brazo…
A esa edad debería de estar jugando con muñecas y preparando su quince años, no metiéndose con hombres 
- Comentaron entre si la circulante y la enfermera de piso; su comentario fue lo suficientemente fuerte para que se escuchara en la fría sala de expulsión; los presentes, algunos estudiantes y un residente, hicieron una pausa de silencio y la paciente gimoteo como una niña que hace puchero cuando pierde algo que sabe no va recuperar…
Yo quería mi vestido de quinceañera y mi fiesta… 
balbuceo la paciente mientras le lavaban la espalda para aplicarle la “raquea”
Pero mira donde terminaste
– le recrimino la solaz enfermera
No se puede andar en misa y tronando cuetes hijita, a tu edad… Seguia la enfermeda de mal modo haciendo lo propio de donde seria puncionada la  espalda de la mujercita, para  anestesiarla y  hacerle menos doloroso el trance.
Asi, desnuda ante los hojos de muchos desconocidos, hecha ovillo, la niña  dejaba caer sus lagrimas y alcanzo a balbucear, antes de que  la fria aguja de la raquia fuera torpemente aplicada por el anestesiologo en ciernes 
Es que yo no quería…  
-Apreto los ojos, los dientes y las manos reprimiendo su expresion de dolor, mientras la aguja penetraba una y otra vez entre sus vertebras.
- Sin voltear a ver, como quien  se mantiene su distancia al hacer algo que no quiere, pero debe hacer (debe ser molesto trabajar de noche y mas por mocosas que andan jugando a ser mujer...) la enfermera prosiguio su  sermon:
Si, así dicen todas ...
-  Los presentes se miraron unos a otros, siguiendo el desarrollo del dialogo enfermera-paciente, como quien presencia una  rutina histriónica :

Es que no sabe… el que iba de chambelán y un primo de él, me abusaron donde ensayábamos las coreografías… 
- La chiquilla interrumpió la frase con un quejido de dolor, al ser sorprendida por una contracción…
Yo no andaba de “wila”, yo quería mi fiesta de quince años…

(la historia sucedio hace muchos años,
 cuando estudiante, 
pero se de buena fuente 
que con frecuencia se repite.
 Mea culpa ...)