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sábado, 2 de junio de 2012

Que le pasa a Lupita?


... no se!!

-Pero trátalo con mucha discreción, ya sabes que siempre estos pacientes están a la defensiva y ya la “maltrato”  otro dermatólogo… 
Me sugería el contacto que me enviaba ocasionalmente pacientes de preferencias alternativas
- Anota el nombre, se llama Guadalupe X

A las 6, puntual, a la sala de espera llego una femenina imagen  vestida con lo mejor de Chanel, Prada a los pies y  al hombro una Luis Vuiton,  el pelo a la cintura, 1.80 mts, cutis de porcelana y habla dulce… un escote pronunciado y unas largas uñas rojas terminaban de hacer la presentación.... 
-Hola Soy Guadalupe X… 
Más de uno le prestaría atención en la sala de espera, la cual había inundado con el 5 Avenue …

Después de la presentación, ya en la privacidad del consultorio comento, ruborizandose, de que habían aparecido unas “verruguitas en el área genital” que le urgia quitarse porque no queira tener problemas con su pareja que estaba de viaje..


Me dispuse a explorarla, y procurando brindarle la mayor  cuidado a su pudor, le comente:
- Deje paso a la asistente para que se sienta cómoda… a lo que contesto timidamente:
 - No,  no por favor, así está bien ¿ me descubro? ...
Sorprendido vi que se levantaba la falda  sin el mayor empacho, poniendo al descubierto las torneadas y lampiñas piernas dejando ver un coqueto calzón  de encaje... sorpesivamente hizo un movimiento algo extraño, se bajo el calzon y dejo ver sus partes intimas…

OMG!! (o my gad) císcate diablo panzón!!!

Me dije a mis adentros... respire profundo...
Sin perder compostura, me cale los guantes, explore y pedí que se cubriera nuevamente… se sentó y platicamos del diagnostico, que era algo frecuente, que no debia preocuparse y que el tratamiento era muy eficaz,  y que ya habria resuelto el problema para cuando volviera su pareja.
Guadalupe agradeció las atenciones, contenta por la rapidez y empatía del médico, que no le critico de su problema ni pregunto cuando, como o donde ni preferencias (todos sabemos como llego esa verrugita alli, seguro no fue por sentarse en un baño, asi que no se les pregunta, porque  no intervendra en el tratamiento dicha informacion)
Se despidió, dandome un abrazo y me  beso en la mejilla…  pago su consulta y se retiro…

El primer nombre de Lupita, era José… 


domingo, 13 de mayo de 2012

El familiar postizo...


¿Postizo? pos - t -izo  sonso porque como quiera te agandallo el bato...
En mi consulta  la gran parte de los pacientes son de perfil alto, gente trabajadora que tiene que salir de su oficina, así que no disponen de mucho tiempo y valoran la puntualidad. Gustan de ser atendidos con asertividad  y que el trato sea personalizado y a pesar de la relación medico-paciente la mantenemos muy presente, tengo la fortuna de que algunos de mis pacientes se hagan amigos y casi de la familia, por lo que se hacen acreedores a ciertas consideraciones. Sin embargo muy incómoda  en la practica diaria son los pacientes gandayas que llegan a deshoras, quieren que los trates de ya sin respetar al paciente que llego a tiempo y no quieren luego pagar, máxime si son asuntos cosméticos… y el colmo, es el que se hace pasar por familiar… 
Ese día estaba la consulta por demás llena,  retrasados algunos 20 minutos, llevábamos marcando el paso en forma diligente;  la tensión se sentía en la sala de espera  ya que varios chiquillos  hacían de las suyas brincando en la mesa de centro,  que tiene cubierta de cristal, mientras las mamas, leían las revistas o veían la televisión, y ninguna  se aventuraba a decirles nada… varias veces la asistente les pidió que cuidaran a sus niños pero  5 minutos volvían a hacer sus travesuras… asi que habia que apurar la consulta para evitar una desgracia...
En eso una figura se presento en la sala de espera 
-“Voy a pasar a saludar a mi primo”- anuncio con aplomo el caballero recién llegado
El bien vestido individuo, muy “metrosexual”, no paso desapercibido:  su pelo estilo “luismiguelesco”,  camisa Lacoste, pantalón Calvin Klein, botas Ferragamo,  la esencia Chanel que invadia toda la sala de espera y reloj “mochamelamano”  lo hacían el centro de las miradas… desenfadadamente se dirigió  a la puerta de la oficina recién abierta por el paciente que acabábamos de ver, siendo detenido oportunamente  por  la  asistente, la cual le informo
-          El doctor esta preparando un procedimiento, si gusta esperar - le comento -  por cierto ¿Quién es usted? para avisarle al Doc
-          Mijita, soy Perico, el de los palotes,  solo lo quiero saludar a mi primo, somos muy allegados y andaba por aquí, no me tardo…
La señorita anuncio al individuo y me recalco que el susodicho mencionaba que era de la familia…
-          ¿Perico? Uh ni idea…pero páselo al otro privado... y lo despachamos rápido porque no quiero atrasarme… no sé quien es…
Después del incomodo efusivo abrazo  a pesar del esfuerzo y de las referencias de familiares mutuos llegue a la conclusión de que no sabia ni tenia idea de quien era el tipo, por lo  que me dispuse a atenderle y darle proceso para continuar con los agendados:
-          … primo como has estado, más de 20 años sin vernos, desde pequeños ¿te acuerdas? Soy sobrino de la prima de la comadre de tu mama,... Pasaba por aquí y fulana, que también es comadre de tu mama, si ¿la sacas vdd?,  me conto el mes pasado que estabas aquí y pos’ iba pasando y  pase a saludarte y pues aprovechando…
Sobra decir que se tardo 40 minutos narrando sus aventuras sexuales, sus desvaríos por lo que le pidió le revisara una mancha en “ya saben donde” y su caída de pelo que le preocupaba tanto, “que quítame la verruga del cuello que se ve fea”, “las bolsas de los ojos no se me quitan” es “que siempre ando de juerga” , “que un lunar que me salió en mi ultima bronceada en Cancún”…  y el colmo fue cuando pidió : ¿tienes muestras de lo que me vas a recetar?...  y por más que el lo despachaba, terminaba consultando algo más…  total la lista se le acabo y ya se oía que la señoras en la sala de espera, con justa razón, preguntaban en voz alta “a que hora nos pasa el doctor…”
Al final ya para irse, después de consultar de “n” necedades, y con la promesa de invitarme pronto “unas cheves para acordarse de los viejos tiempos”, atine, por rutina a decirle:
 - Te “arreglas” con la señorita, ella te da recibo de honorarios…
El rostro del individuo se transfiguro… ¿me vas a cobrar? Si somos de la familia… y solo vine a saludarte!!!

domingo, 26 de febrero de 2012

El sobrino...

A veces, la realidad supera la ficción... y la discreción mandatoria de la profesion, en el llamado secreto profesional  te ponen en un gran dilema de conciencia y terminas siendo tapadera del que se porta mal...
Cuéntale, cabron, ándale…!  Cuéntale al doctor de la piruja con la que andabas! Hasta que lograste lo que querías! ya me contagiaste una cochinada!  - le gritaba la oronda mujer, a su esposo,  al darle el diagnostico que lo que traía era un condiloma. 

El pobre hombre se cubría  el rostro y hacia una mueca como quien está acostumbrado a recibir manotazos, logrando articular – sí, pero fue hace 10 años… y nunca más me he equivocado doc… era muy patente que había aprendido su lección… o al menos era más discreto.
La mujer seguía literalmente bufando y llorando, cual Magdalena transformada en basilisco,  y  lucia tan peligrosa como un “balístico” ya que miraba al hombre con una rabia y rencor que pocas veces he visto…
-Tenemos que revisarlo… Le informe, mientras me calaba los guantes – por favor descúbrase…
- Pero doctor, eso fue hace mucho tiempo y yo no tengo ninguna lesión, es más,  tenemos relaciones esporádicamente…cada dos a tres meses  - Titubeante, replico el hombre, mientras comenzaba  a desabrochar el pantalón, al tiempo que la señora vociferaba:
 - Ahora la de la culpa soy yo, que tienes que ventilar nuestras intimidades al doctor!!!  No te basta hacerme pasar esta vergüenza!!! …
Efectivamente, el hombre no tenía lesión alguna, su higiene era mas allá  de lo promedio, la  prueba de acetoblanquado resulto negativa… ¿entonces? … se dio la explicación clásica que si el estado de portador, que los hombres puede pasar inadvertido…
Se indico tratamiento a la paciente, se canalizo para el Papanicolaou por obvias razones y se cito a revisión, no sin antes escuchar otra perorata  de la señora, que al final, digna,  sentencio: 
 - A ver si me vuelve a tocar ese desgraciado... que diría mi familia si se entera que tengo una enfermedad venérea… 
El hombre solo agacho la mirada, dio las gracias y le abrió la puerta a la ofendida mujer…
A los 15 días, en la cita de revisión, la paciente  pregunto:
 - ¿Pueden aparecer estas lesiones también en boca y “atrás”?  
Extrañado, le respondi:
  - Si, pero, mm se tiene que tener el contacto sexual por esa vía y usted me dijo que nunca… así que, no se preocupe…
  
La señora dio las gracias y se marcho… al salir le pidió a la secretaria le consiguiera un doctor  “de los que checan  “atrás”,  porque tenía una comadre con “hemorroides internas”...
Tres días después acudió acompañada con un  fornido joven de apariencia humilde, a lo sumo 20 años, vestía sin pretensiones, pero calzaba tenis puma y traía un  ipod de última generación, además rezumaba a la loción de diseñador, no acorde al porte del joven…
Necesito que cheque a mi sobrino, doctor, pero necesito contar con su discreción… sentencio la mujer, mientras depositaba un centenario en el escritorio… ya sabe, el silencio vale oro…